Kenia acordó desplegar 1.000 policías en Haití para ayudar a restablecer la normalidad en el país, que se encuentra sumido en una crisis de extrema violencia, anunció este sábado el ministro de Asuntos Exteriores keniano, Alfred Mutua.
Mutua dijo mediante un comunicado que a petición del Grupo de Naciones Amigos de Haití, Kenia aceptó considerar positivamente la posibilidad de liderar una Fuerza Multinacional en Haití, en donde el
compromiso de Kenia es desplegar un contingente de 1.000 policías para ayudar a formar y asistir a la Policía haitiana a restablecer la normalidad en el país y proteger las instalaciones estratégicas.
El ministro indicó que esta medida forma parte del esfuerzo del país por solidarizarse con los afrodescendientes de todo el mundo y que se alinea con la política de la diáspora de la Unión Africana y el compromiso panafricano de Kenia.
Mutua señaló que “el despliegue propuesto por Kenia se concretará una vez que se obtenga un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y se emprendan otros procesos constitucionales kenianos”.
El ministro también informó de que en las próximas semanas está prevista una misión de evaluación por parte de un equipo especial de la Policía keniana.
Haití vive una situación de extrema violencia y gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores se encuentran bajo el control de las bandas armadas, lo que ha obligado a miles de sus vecinos a irse de sus casas y convertirse en desplazados internos.
En Haití, sumido en una crisis en todos los órdenes, abundan las masacres, las violaciones, los secuestros y la quema de viviendas.
En el país más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.
Las fuerzas de seguridad haitianas están sobrepasadas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el primer ministro de Haití, Ariel Henry, pidieron la intervención internacional para respaldar a la policía.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidió a Guterres presentar a mediados de agosto todas las opciones posibles, entre ellas una misión liderada por la ONU. Varios países han respaldado la idea de una fuerza de paz.