Miles de efectivos de las fuerzas de élite del ejército y de la policía de El Salvador perseguían el miércoles a grupos remanentes de las pandillas que según las autoridades se han refugiado en las zonas rurales y montañosas del departamento de Cabañas, en el centro del país.
El presidente Nayib Bukele ordenó el despliegue de más de 8.000 efectivos del ejército y de la Policía Nacional Civil (PNC) para perseguir y capturar a un grupo de pandilleros que el fin de semana emboscaron a una patrulla y dos policías resultaron con heridas de bala.
“Hemos prácticamente cerrado los 1.100 kilómetros cuadrados del departamento de Cabañas, al noreste de la capital. Sabemos que las pandillas han cambiado de estrategia, se han ido a las zonas rurales, boscosas y están en las montañas”, dijo a periodistas el director general de la PNC, comisionado Mauricio Arriaza Chicas.
La PNC informó que en las primeras horas del operativo que comenzó la víspera las fuerzas especiales capturaron en Ilobasco, 60 kilómetros al noreste de San Salvador, a dos miembros de la pandilla Barrio 18.
Uno de los pandilleros que fue identificado como Salvador Flores Flores, alias Cruzito, intentó esconderse en una fosa séptica para evadir a la policía. También fue capturado José Antonio Flores Hernández, alias Parca. Ambos serán procesados por el delito de agrupación ilícita y “pasarán décadas en la cárcel por otros delitos que aún quedan pendientes que pagar”, dijo la PNC en un informe publicado en su cuenta oficial de la red social X, antes conocida como Twitter.
Arriaza Chicas explicó que se ha tomado el control de las carreteras y calles del departamento de Cabañas, donde se hacen registros de todas las personas y de los vehículos que entran y salen de la zona, “para evitar que se trasladen delincuentes”.
El presidente Bukele aseguró en su cuenta de X que con la estrategia de seguridad que ha implementado su gobierno “han desarticulado a las pandillas, obligándolas a emigrar de los grandes centros urbanos a esconderse en las zonas rurales… fuera de su hábitat natural”.
Bukele advirtió que el cerco continuará y “ningún pandillero podará salir mientras nuestros equipos de extracción se encargan de sacarlos de sus escondites”.
Éste es el quinto cerco de seguridad que implementa el gobierno salvadoreño. El primero fue en octubre de 2022 en el municipio de Comasagua, en departamento de La Libertad, al suroeste de la capital, luego de que pandilleros asesinaron a un campesino.