Los robos a casa habitación en la alcaldía de Iztacalco se han convertido en una dolorosa realidad que ha impactado profundamente en la seguridad y tranquilidad de sus habitantes. Durante los primeros seis meses del año 2023, se han registrado un alarmante total de 57 robos a viviendas y vehículos, de los cuales 9 fueron cometidos con violencia, sembrando el miedo y la incertidumbre en la comunidad.
Este problema se ha vuelto aún más preocupante al compararlo con las cifras del año anterior, cuando se contabilizaron 141 robos de este tipo en la alcaldía, reflejando así una tendencia de delincuencia que parece estar en aumento.
La persistencia de robos a casa habitación en la demarcación ha generado una sensación de desasosiego entre sus habitantes. La tranquilidad de los hogares se ha visto fracturada por la amenaza constante de los delincuentes, lo que ha llevado a la comunidad a exigir respuestas efectivas por parte de las autoridades.
Entre las colonias más afectadas por los robos se encuentran Agrícola Oriental, Agrícola Pantitlán, Carlos Zapata Vela, Granjas México y Militar Marte. Estas áreas han sido objeto de ataques recurrentes, dejando a sus residentes vulnerables y con un sentido de desamparo frente a la creciente delincuencia.
Los testimonios de los vecinos de estas colonias revelan el impacto devastador que los robos han tenido en sus vidas. Algunos han descrito cómo han sido despojados de sus pertenencias más preciadas, mientras que otros han experimentado episodios aterradores de violencia durante los asaltos. Estas narrativas conmovedoras reflejan el profundo trauma y angustia que atraviesan las víctimas y sus familias.
Carlos, residente de Agrícola Oriental, compartió su experiencia: “Hace apenas algunos meses, entraron a nuestra casa mientras estábamos fuera. Se llevaron objetos de valor y destrozaron parte de nuestros bienes. Nos sentimos indefensos y temerosos de que vuelvan. Es inaceptable vivir en esta constante zozobra”.
Andrea Zavaleta, habitante de Agrícola Pantitlán, expresó su angustia: “Mi familia y yo fuimos víctimas de un robo violento de auto. Fue una experiencia aterradora que nos ha dejado secuelas emocionales. Necesitamos que las autoridades hagan algo para protegernos y frenar estos robos”.
La comunidad de Iztacalco exige una respuesta efectiva y coordinada por parte de las autoridades. Consideran que es necesario aumentar la presencia policial en las zonas más afectadas y desarrollar estrategias de seguridad que disuadan a los delincuentes y protejan a los ciudadanos.
“Ante la creciente ola de robos, el alcalde de Iztacalco, Armando Quintero Martínez, tiene la responsabilidad de tomar acciones contundentes para abordar esta problemática, manifestaron.
Esta situación a llevado a los residentes de varias colonias a realizar vigilancias vecinales conjuntas, a la vez que exhortan a sus respectivas comunidades a cuidarse de este tipo de robos.
“Las últimas semanas hemos recibido uno que otro reporte de robo e intento de robo a casa-habitación, principalmente en Tezontle y Peyote, aunque también hemos tenido reportes en departamentos de varias secciones. Esta situación es más común en las madrugadas o en las mañanas-tardes que es cuando las personas realizan sus actividades fuera de casa”.
La organización vecinal Vecinos Vigilantes de Infonavit Iztacalco es un ejemplo de ello, y recientemente lanzó una serie de recomendaciones para que se puedan evitar dichos actos delictivos:
- Cerrar bien puertas y ventanas.
- Evitar comentar sobre la ausencia en el hogar.
- De ser posible, instalar un sistema de alarmas y cámaras de videovigilancia.
- Ante cualquier anomalía, marcar inmediatamente a los números de emergencia.
- Solicitar a la policía rondines preventivos constantes.
Los ciudadanos esperan que el alcalde implemente medidas concretas que generen un cambio significativo en la seguridad de la alcaldía.
Los robos a casa habitación en Iztacalco han sumido a sus residentes en una angustia constante y han afectado profundamente su calidad de vida.
El alcalde Armando Quintero Martínez debe tomar este desafío como una prioridad y trabajar de la mano con la comunidad y las fuerzas de seguridad para restaurar la tranquilidad y proteger a los habitantes de Iztacalco.
Solo mediante una acción conjunta y determinada se podrá revertir esta alarmante tendencia y construir un entorno seguro y confiable para todos.