El presidente estadounidense Joe Biden y su par de Brasil, Lula da Silva, mantuvieron este miércoles una conversación telefónica en la que ratificaron su compromiso en la lucha contra la crisis climática y acordaron continuar con los esfuerzos conjuntos emprendidos en cuestiones mundiales y regionales prioritarias para ambos.
“Los dos líderes hablaron largo y tendido sobre la cooperación en materia de clima y los preparativos para la COP 28 que tendrá lugar en noviembre y diciembre en Dubai, comienza el comunicado difundido por la Casa Blanca antes de puntualizar sobre otras cuestiones ambientales que afectan al continente americano.
Durante la casi media hora que los mandatarios estuvieron al teléfono, Lula se refirió a la Cumbre Amazónica que recientemente tuvo lugar en la ciudad de Belém y contó con la participación de representantes de los ocho países que comparten la mayor selva tropical del planeta, y comentó a Biden los acuerdos y conclusiones del encuentro.
En ese sentido, destacó su intención de convertir a Brasil en un ejemplo para el mundo en lo que respecta a la preservación del medio ambiente y la transición energética.
Biden, por su parte, dijo estar “100% de acuerdo” con las preocupaciones de Lula y reconoció la responsabilidad de los países desarrollados en esta cuestión y la necesidad de apoyar a aquellos en vías de desarrollo para que puedan hacer frente a la crisis climática.
Es por ello que le recordó el anuncio del pasado febrero por la contribución de USD 500 millones al Fondo Amazonía, gestionado por Brasil y financiado por países desarrollados. Este dinero está destinado a cubrir las necesidades del ecosistema durante los próximos cinco años.
A la par de este aporte, los líderes debatieron el envío de otros USD 1.000 millones por medio de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos con el objetivo de restaurar las tierras degradadas en Brasil y la región amazónica.
Biden “aplaudió” también el liderazgo de la gestión de Lula sobre los asuntos climáticos, algo que busca asemejar con el envío de una “misión de comercio verde” al país sudamericano en septiembre, que buscará promover “las inversiones en bosques, uso de la tierra y en energía”.
Por otro lado, conversaron sobre una posible iniciativa conjunta que impulse el trabajo decente y cuente con la participación de representantes de movimientos sindicales y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según informó la presidencia de Brasil, el proyecto sería presentado en la próxima Asamblea General de la ONU.
Por último, Lula insistió en su invitación al Presidente estadounidense para que lo visite en Brasil en 2024.