Los dos principales aliados estadounidenses en Asia llegarán esta semana a Estados Unidos para estrechar vínculos, analizar opciones estratégicas y también limar algunas asperezas entre dos naciones del Indo-Pacífico que históricamente han estado enfrentadas pero que últimamente se han acercado.
El presidente de EEUU, Joe Biden, recibirá este viernes en Camp David al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeo y al primer ministro japonés, Fumio Kishida en un encuentro trilateral para discutir, en otras cosas, cómo lidiar con las “provocaciones nucleares” de Corea del Norte y la influencia de China en la región.
Una vez al año los líderes de los tres países se reúnen, pero en general lo hacen en el marco de cumbres más amplias. Esta vez Biden los recibirá en la residencia de campo presidencial ubicada en Maryland, donde Estados Unidos no recibe a ningún mandatario extranjero desde el año 2015.
Este gesto del presidente estadounidense de recibirlos allí es para darle al encuentro, que los gobiernos de los tres países quieren consolidar como un espacio de cooperación, una importancia mayor.
“Esta cumbre llega en un momento en que nuestra región y el mundo están siendo probados por la competencia geopolítica, por la crisis climática, por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, por las provocaciones nucleares”, dijo este martes el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
Esas provocaciones nucleares a las que se refiere son de Corea del Norte y generan gran preocupación para los dos vecinos de la región, al punto que junto con Estados Unidos decidieron tiempo atrás empezar a compartir información en tiempo real sobre los movimientos que realizan las Fuerzas Armadas del dictador norcoreano Kim Jong-un.
El secretario de Estado se reunió esta semana virtualmente con los ministros de relaciones exteriores de Japón y Corea del Sur para preparar el encuentro entre los presidentes en EEUU.
Luego del encuentro destacó que los dos países “son aliados fundamentales” de Estados Unidos, no solo en esa región, sino en todo el mundo porque los ayuda a “promover la paz, la estabilidad y la desnuclearización completa de la península de Corea”.
La mayor amenaza concreta para Corea del Sur y en cierta medida para Japón es Pionyang. Pero no solo de Corea del Norte se hablará en la cumbre. El peso cada vez mayor de China y cómo Estados Unidos intenta contrarrestarlo también es parte de la agenda.