La cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) comienza este martes en Johannesburgo centrada en la apertura del bloque de países emergentes a nuevos miembros, así como en las maneras de extender globalmente su influencia política y económica.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, recibe a sus pares de China y Brasil, Xi Jinping y Luiz Inácio Lula da Silva. El primer ministro indio, Narendra Modi, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, representan a sus respectivos países en este encuentro que se prolongará hasta el jueves.
El presidente ruso, Vladimir Putin, que es objeto de un mandato de arresto por parte de la Corte Penal Internacional por la guerra en Ucrania, participará en el encuentro por videoconferencia.
Antes del inicio de la cumbre, Xi destacó en la capital Pretoria “el nuevo punto de partida histórico” en las relaciones entre China y Sudáfrica, una de las principales potencias del continente africano.
Ramaphosa, quien se refirió al presidente chino como “un verdadero amigo”, aseguró ambos países están “unidos en nuestro objetivo común y en nuestra búsqueda de un mundo mejor y más igualitario”.
La 15ª Cumbre de los BRICS llega en un momento de división en el escenario internacional, que se ha amplificado por la invasión rusa de Ucrania.
Sudáfrica, China e India no han condenado la ofensiva de Rusia, y Brasil se ha negado a enviar armas a Ucrania o imponer sanciones a Moscú.
Ramaphosa insistió el domingo en su política de no alineación, y aseguró que Sudáfrica “no se dejará arrastrar a una competición entre las potencias mundiales”.
En un parque vacío, cerca del centro de conferencias donde tiene lugar la cumbre, unos pocos manifestantes ondearon banderas ucranianas y mostraron pancartas contra el gobierno ruso, en que pedían “Lavrov, vuelve a tu casa”.
El bloque, nacido en 2009, representa actualmente el 23% del PIB mundial, el 42% de la población y más del 16% del comercio global.
Pese a la disparidad de sus miembros, los BRICS coinciden en la reivindicación de un equilibrio político y económico mundial más inclusivo, en particular frente a Estados Unidos y la Unión Europea.
El grupo busca extender su influencia y se plantea abrirse a nuevos miembros.
Al menos 40 países han expresado su deseo de unirse al club, incluidos Argentina, Irán, Bangladés o Arabia Saudita, y 23 de ellos ya presentaron formalmente su solicitud de adhesión.
Pero los cinco miembros actuales, alejados geográficamente y con economías de crecimiento dispar, tienen “opiniones divergentes sobre los países que deberían entrar en el bloque y las condiciones” de acceso, explica Jannie Rossouw, de la Universidad Witwatersrand en Johannesburgo.
Sudáfrica ha estado trabajando este año en una lista de “directrices” para la entrada de nuevos miembros, dijo el domingo su ministra de Relaciones Exteriores, Naledi Pandor.
La cuestión de la expansión divide sobre todo a India y China, las dos economías más fuertes del bloque. Pekín quiere extender su influencia, mientras que Nueva Delhi desconfía de las intenciones de su rival regional.
Además, el proceso de toma de decisiones dentro del bloque, que requiere consenso, constituye un “importante obstáculo” sobre la cuestión de una posible expansión, subraya Jakkie Cilliers, del Instituto de Estudios de Seguridad de Pretoria.
Durante la celebración de la cumbre, otros 50 líderes asistirán a un programa llamado “amigos de los BRICS”, muestra del interés que suscita el bloque. El gobierno sudafricano también anunció la llegada del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
CUBA
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llegó este martes a Sudáfrica para participar en la cumbre del BRICS, que se celebra entre el 22 y el 24 de agosto en la ciudad de Johannesburgo.
El mandatario, acompañado por su esposa, Liz Cuesta Peraza, fue recibido en el aeropuerto por Nkosazana Dlamini-Zuma, ministra de la Presidencia para Asuntos de la Mujer, la Juventud y Personas con Discapacidad.
La delegación que acompaña al líder cubano está compuesta por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda; el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista, Emilio Lozada García; así como otros funcionarios cubanos.
BRASIL
Ante empresarios y otros líderes del bloque, el mandatario brasileño expuso un conjunto de propuestas orientadas a la ampliación de la cooperación Sur-Sur entre su país y África.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este martes que el gigante suramericano “está de vuelta” en África para relanzar las relaciones comerciales —que se contrajeron un tercio la última década— bajo el esquema de cooperación Sur-Sur, transversalizado por alianzas de los Estados con el sector privado y el financiamiento de proyectos estratégicos a través del Nuevo Banco de Desarrollo (Banco de los BRICS).
Apuntó asimismo que en África están en marcha “proyectos ambiciosos” para la construcción de zonas de libre comercio, que representan una buena oportunidad de colocación de mercancías brasileñas como alimentos, bebidas, manufacturas de hierro y acero, hidrocarburos y minerales varios, en un mercado que abarca 54 países, 1.300 millones de personas, un PIB superior a 3 billones de dólares y con la población más joven de todo el orbe.
SERBIA
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, declaró este martes en una rueda de prensa que la decisión de aumentar el número de países en los BRICS, que puede ser tomada en la XV Cumbre del grupo en Sudáfrica que inició este martes, sería un paso histórico.
El mandatario serbio indicó que en caso de la expansión “después de muchas décadas, los BRICS se convertirán en un actor global que intentará crear una alternativa al Occidente colectivo”.