Casi 500 niños perdieron la vida en Sudán durante los últimos cuatro meses por no tener alimento; en el resto del continente se prevé que casi 45 millones de personas se enfrenten a una situación de hambruna que suponga un riesgo inminente para sus vidas.
La guerra intestina en Sudán ha arrojado cifras escalofriantes, ya que en dicho país, ubicado en el centro-este de África, 498 niños han perdido la vida por hambre e inanición.
La cifra fue proporcionada por el director del organismo Save the Children, Arif Woor, y fueron respaldados por la Unicef.
Se indicó que la muerte de los pequeños ocurrió durante la guerra que se inició en abril del corriente año y los organismos expresaron que no pueden operar en medio de los combates que mantienen fuerzas del Ejército y los grupos paramilitares.
“Hay niños que mueren de inanición cuando podría haberse evitado todo esto”, expresó Woor.
Actualmente, se estimó que 25 millones de sudaneses (el país cuenta con 45 millones de habitantes) ya no pueden sobrevivir por la guerra, que ha dejado más de tres millones de refugiados y desplazados, que han escapado, sobre todo, del sur del mencionado país.
Pero esta cruel realidad reveló la crisis que se padece en el llamado continente negro, sobre todo en el África Occidental, donde se sufre de hambre aguda, la cual se ha cuadruplicado desde 2019, motivado en parte por el combate de Nigeria contra los yihadistas y los golpes militares en Burkina Faso y ahora en Níger.
La Unidad de Información Humanitaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, estima que casi 45 millones de personas en toda la región se enfrenten a una situación de hambruna que suponga un riesgo inminente para sus vidas este año, en comparación con los 10,7 millones de personas en 2019.
Según esta agencia, los principales impulsores de esta última estimación son los conflictos que conducen a desplazamientos en masa, los desastres naturales y el encarecimiento de los alimentos. La información corresponde al periodo de tiempo entre los meses de junio y agosto.
Malí se encuentra bajo un régimen militar desde el año 2020, mientras la actual junta militar de Guinea se hizo con el poder en 2021. Los militares de Burkina Faso ascendieron al poder por la fuerza en el 2022, mientras que en Níger los militares dieron un golpe de estado el pasado mes de julio. Nigeria lleva años enfrentándose a atentados terroristas en el norte del país.
El mayor número de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda se encuentra en Nigeria, con casi 25 millones que actualmente no cuentan con suficientes alimentos frente a los 5 millones en 2019.
En Burkina Faso, que ha visto dos tomas de poder militar desde 2022, el número aumentó casi cuatro veces a 3,4 millones, Malí y Guinea se duplicaron con creces a 1,3 millones y 720.000 respectivamente, mientras que en Níger casi se cuadruplicó a 3,3 millones.
