Han pasado 55 años desde que los Jets festejaron el único campeonato de su historia, y si bien se encuentran en la conferencia y división más difíciles, la llegada de Aaron Rodgers ha puesto a soñar a todos los aficionados con, por fin, volver a un Super Bowl.
La temporada pasada, los dirigidos por el entrenador en jefe Robert Saleh terminaron con marca de 7-10 y se quedaron a solo dos victorias de clasificarse a los Playoffs por primera vez desde el 2010, todo esto sin tener en los controles a un quarterback confiable y con su mejor receptor fuera media campaña regular.
Pero ahora, con la llegada de un mariscal de élite como A-Rod, con un Breece Hall sano y con las armas ofensivas que tenían, como el novato del año Garrett Wilson, y los que incorporaron, como los receptores Allen Lazard y Mecole Hardman, Nueva York pinta para ser el rival a vencer.
La defensiva siempre se levantó como el punto fuerte de los Jets la temporada pasada; terminaron como la cuarta mejor de la Liga y para este 2023 no será la excepción.