Decenas de miles de personas reunidas para el festival Burning Man permanecen varadas en el desierto de Nevada el domingo tras las tormentas que azotaron la zona, mientras las autoridades investigaban una posible muerte y trabajaban para abrir vías de salida para el final del fin de semana del Día del Trabajo.
Los organizadores cerraron el acceso de vehículos al festival contracultural y los asistentes tuvieron que caminar por el barro, muchos de ellos descalzos o con bolsas de plástico en los pies.
Se instó a los juerguistas a refugiarse en el lugar y conservar alimentos, agua y otros suministros.
La oficina del sheriff del condado de Pershing dijo que se había producido una muerte durante el evento, pero ofreció pocos detalles mientras continuaba la investigación, incluida la identidad de la persona fallecida o la presunta causa de la muerte, informó KNSD-TV.
En su página web, los organizadores animaron a los participantes a mantener la calma y sugirieron que el festival está construido para soportar condiciones como las inundaciones.
Dijeron que se habían colocado remolques con teléfonos móviles en varios lugares el sábado por la noche y que abrirían brevemente Internet durante la noche. También se estaban organizando autobuses lanzadera para llevar a los asistentes a Reno desde la localidad más cercana, Gerlach, a unos ocho kilómetros del recinto.
El famoso DJ Diplo publicó un vídeo en Instagram el sábado por la noche en el que se le veía a él y al cómico Chris Rock montados en la parte trasera de la camioneta de un fan.
Las puertas para vehículos no se abrirán durante el resto del evento, que comenzó el 27 de agosto y debía terminar el lunes, según la Oficina de Administración de Tierras de EE.UU., que supervisa el desierto de Black Rock, donde se celebra el festival.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Reno, se cree que el viernes cayó más de medio centímetro de lluvia en el lugar del festival, situado a unos 177 kilómetros al norte de Reno. Se espera que el domingo caiga al menos otro cuarto de pulgada de lluvia.
Las autoridades dijeron a última hora del sábado que la entrada al evento permanecía cerrada, y no se sabía de inmediato cuándo podrían abandonar el recinto los celebrantes.
Los anuncios se produjeron justo antes del momento culminante del acontecimiento anual, cuando se iba a quemar una gran efigie de madera el sábado por la noche.