Un deslave provocado por la crecida del río El Naranjo tras las intensas lluvias que han azotado a la capital guatemalteca causó el lunes la muerte de seis personas y dejó al menos 13 desaparecidos, entre ellos unos 10 menores de edad, informaron los cuerpos de socorro.
Los bomberos localizaron el cuerpo de una niña parcialmente enterrado bajo escombros y lodo unos cinco kilómetros río abajo en un asentamiento habitado por gente humilde bajo un puente.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó la cifra de víctimas fatales en un comunicado de prensa, incluida la menor de cinco años hallada por los bomberos.
El deslave arrastró unas seis viviendas donde vivían igual número de familias.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 2 de la madrugada y pasadas las 5 los bomberos anunciaron que comenzaría la búsqueda de personas.
En las imágenes proporcionadas por los cuerpos de socorro se puede ver una gran extensión de tierra y varios enseres domésticos a lo largo de las orillas del río. El ejército anunció que instaló un puesto de comando en el lugar para atender la emergencia.
La “crecida de río arrastra viviendas del asentamiento Dios Es Fiel, ubicado abajo del puente El Naranjo”, por donde pasa el río homónimo, dijo más temprano a periodistas Rodolfo García, vocero de la Conred.
Gran parte de las viviendas de la capital abocan sus aguas negras en el río desbordado, en cuyas márgenes miles de habitantes desfavorecidos han levantado construcciones pese a que está prohibido por las autoridades.
La corriente del agua, que arrastró piedras, tierra y desechos, afectó seis viviendas de la zona, construidas en su mayoría con láminas de zinc.
El lugar quedó devastado por la fuerza de la corriente y ahora solo se observan enormes piedras y escombros en la zona.
Miles de ciudadanos de Guatemala, donde el 59% de los 17,7 millones de habitantes viven en la pobreza, se han visto obligados a construir sus hogares precarios en laderas de barrancos, en las márgenes de ríos y zonas inundables.