Un incendio que arrasó un salón donde se celebraba una boda cristiana en el norte de Irak mató al menos a 100 personas e hirió a otras 150, dijeron las autoridades el miércoles, advirtiendo que la cifra de muertos podría aumentar.
El incendio ocurrió en la provincia iraquí de Nínive, en el área de Hamdaniya, dijeron las autoridades. Se trata de una zona predominantemente cristiana en las afueras de la ciudad de Mosul, a unos 335 kilómetros (205 millas) al noroeste de la capital, Bagdad.
Imágenes de televisión mostraron llamas arrasando el salón de bodas mientras el fuego se propagaba. Después del incendio, sólo se podían ver metales carbonizados y escombros mientras la gente caminaba por el lugar del incendio, la única luz provenía de las cámaras de televisión y las luces de los teléfonos móviles de los espectadores.
Los sobrevivientes llegaron a los hospitales locales, recibieron oxígeno y estaban vendados, mientras sus familias deambulaban por los pasillos y afuera mientras los trabajadores organizaban más cilindros de oxígeno.
El portavoz del Ministerio de Salud, Saif al-Badr, dio la cifra de víctimas a través de la agencia estatal de noticias iraquí.
El primer ministro Mohammed Shia al-Sudani ordenó una investigación sobre el incendio y pidió a los funcionarios del Interior y de Salud del país que brindaran ayuda, dijo su oficina en un comunicado en línea.
Najim al-Jubouri, gobernador provincial de Nínive, dijo que algunos de los heridos habían sido trasladados a hospitales regionales. Advirtió que aún no hay cifras finales de víctimas por el incendio, lo que sugiere que el número de muertos aún podría aumentar.
Aún no existe información oficial sobre la causa del incendio, pero los informes iniciales del canal de noticias de la televisión kurda Rudaw sugirieron que los fuegos artificiales en el lugar podrían haber provocado el incendio. El interior del salón fue decorado con un revestimiento altamente inflamable que era ilegal en el país.
Las autoridades iraquíes son señaladas por corrupción y mla gestión al permitir que estos recubrimientos sigan usandose, sin cumplir con los estandares de seguridad.