Los cadáveres de seis bebés, fallecidos por diferentes causas, fueron encontrados este miércoles en la entrada de un cementerio de la capital dominicana Santo Domingo, aparentemente abandonados por la funeraria encargada de su entierro.
Se trata de los cuerpos de cuatro niños y dos niñas, dominicanos y haitianos, dijo a la prensa la patóloga Anyi Vicioso, quien llevó a cabo el levantamiento de los cuerpos.
Esta mañana, una persona que reside cerca del Cementerio Cristo Salvador, en el este de Santo Domingo, dio la voz de alarma tras hallar uno de los cadáveres, por lo que agentes de la Policía Nacional se trasladaron al lugar, donde fueron encontrados otros cinco cuerpos.
Los bebés llevaban en los pies y en las muñecas etiquetas de identificación de color rosa y azul, dependiendo del sexo.
Un cuerpo fue encontrado descubierto y los otros cinco estaban dentro de una bolsa de plástico, dijo Fausto Ortiz, jefe de seguridad de la alcaldía de Santo Domingo Este.
En un comunicado del Servicio Nacional de Salud dominicano (SNS), la directora del Hospital Ciudad Juan Bosch, Marilelda Reyes, aseguró que los restos de los pequeños fueron entregados el martes por ese centro sanitario a la Funeraria La Popular para que procediera a su entierro.
Por ello, Reyes se mostró “sorprendida” de que los neonatos fallecidos aparecieran la mañana local de este miércoles en las inmediaciones del Cementerio Cristo Salvador, cuando la funeraria informó que habían sido enterrados.
“Por diversas razones algunos padres no retiran los cadáveres, especialmente cuando son de muy escasos recursos económicos, por lo que el centro de salud debe pagar por el servicio de sepultura”, indicó.
La nota del SNS precisó que dos de los bebés llegaron al Hospital Ciudad Juan Bosch ya muertos tras ser referidos desde otros centros, mientras que uno de 38 semanas y otro de 40 fueron trasladados desde el Hospital de Guerra con diagnóstico de sepsis neonatal y los otros dos habían nacido de forma prematura, tras 24 y 25 semanas de gestación.
Un hombre que contestó el teléfono en la funeraria y que se identificó únicamente como Misael se negó a identificar al dueño de la empresa. Tampoco quiso hacer comentarios y se limitó a decir que se investiga si lo ocurrido es responsabilidad de la funeraria o de los cuidadores del cementerio.
Funcionarios del SNS se han trasladado al cementerio “para presentar las evidencias” a la Policía y al Ministerio Público “sobre el proceso realizado con la funeraria para ofrecer sepultura digna a esos cadáveres del referido centro de salud”, agregó el comunicado acerca de un caso bajo investigación y que ha conmocionado a la opinión pública dominicana.