Diversas organizaciones de derechos humanos insisten en que la pena de muerte ha demostrado ser ineficaz para reducir los delitos e impartir justicia. Foto: Amnistía Internacional.
Hoy se conmemora el Día Mundial contra la Pena de Muerte, celebrado cada 10 de octubre. Se trata una iniciativa global que busca concienciar sobre los problemas éticos, legales y sociales relacionados con la pena capital. Uno de los pilares de esta campaña es la defensa de la dignidad humana, ya que la pena de muerte contradice el derecho fundamental a la vida.
Distintos organismos internacionales han explicado que la pena de muerte es ineficaz como medida disuasoria y que a menudo está marcada por prejuicios raciales y socioeconómicos. La lista de los condenados a la pena de muerte es extensa y algunos de los ejecutados han cobrado fama por sus terribles crímenes.
Amnistía Internacional informó a través de un informe que en 2022 hubo un “preocupante” aumento del 53 por ciento en las ejecuciones y condenas a muerte respecto a 2021, convirtiéndose en la mayor cifra de los últimos 5 años. Destacan, en este aumento, las 576 ejecuciones realizadas en Irán y las 196 llevadas a cabo en Arabia Saudí, donde se ejecutó a 81 personas en un sólo día.
China es desde hace tiempo el principal ejecutor “legal” del mundo, incluso desconociendo los números auténticos de ejecuciones por pena de muerte, pues ese dato se considera secreto de estado. Le siguen Irán, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos.
Además, cinco países reanudaron el uso de la pena de muerte: Afganistán, Kuwait, el Estado de Palestina, Myanmar y Singapur.
Una tradición que se mantiene hasta nuestros días es que los condenados a la pena de muerte reciben una última cena con lo que ellos quieran. A continuación te presentamos a cinco de ellos junto a sus extravagantes últimas comidas.