El ex empresario conservador Christopher Luxon será el próximo primer ministro de Nueva Zelanda después de obtener una victoria electoral decisiva el sábado.
La composición exacta del gobierno de Luxon aún está por determinarse mientras se siguen contando los votos.
Luxon llegó entre un entusiasta aplauso en un evento en Auckland. Lo acompañaron en el escenario su esposa, Amanda, y sus hijos, William y Olivia. Dijo que se sintió honrado por la victoria y que no podía esperar para comenzar su nuevo trabajo. Agradeció a personas de todo el país.
“Han buscado esperanza y han votado por el cambio”, dijo. Sus partidarios corearon el lema de su campaña, que prometía volver a encaminar al país.
El primer ministro saliente, Chris Hipkins, que pasó sólo nueve meses en el cargo tras asumir el cargo de Ardern en enero, dijo a sus partidarios el sábado por la noche que había llamado a Luxon para ceder.
Hipkins dijo que ese no era el resultado que quería; pero frente a sus seguidores les pidio que estén orgullosos de lo que hemos logrado en los últimos seis años.
En enero la primera ministra renunció por no poder hacer frente al trabajo. A pesar de que las últimas elecciones arrasó de manera aplastante, sus restricciones ante el Covid-19 y la inflación que amenazó la economía de Nueva Zelanda, le pasorón factura.
Con todos los votos contados, el Partido Nacional de Luxon obtuvo el 39% de los votos. Bajo el sistema de votación proporcional de Nueva Zelanda, Luxon, de 53 años, planea formar una alianza con el partido libertario ACT.
Mientras tanto, el Partido Laborista que lidera Hipkins obtuvo sólo el 27% de los votos, un poco más de la mitad de la proporción que obtuvo en las últimas elecciones bajo Ardern.
Aún quedan miles de votos especiales por contabilizar, que representan alrededor del 20% del total.
Luxon ha prometido recortes de impuestos para las personas de ingresos medios y medidas enérgicas contra el crimen. Hipkins había prometido atención dental gratuita para personas menores de 30 años y la eliminación de los impuestos sobre las ventas de frutas y verduras.
También estuvo en juego en las elecciones la relación del gobierno con los indígenas maoríes. Luxon ha prometido eliminar la Autoridad de Salud Maorí, que, según él, crea dos sistemas de salud separados.
Luxon también recibió aplausos cuando prometió arreglar el tráfico paralizado en la capital con un nuevo proyecto de túnel.