Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla, afirmó hoy que estaba dudando sobre sus planes de instalar una fábrica en México mientras evalúa las perspectivas económicas, al tiempo que advirtió por el efecto de las altas tasas de interés.
Después de que la compañía incumplió las expectativas de Wall Street sobre el margen bruto de ganancias, beneficios e ingresos del tercer trimestre, Musk dijo que quería tener una mejor idea de hacia dónde se dirigía la economía antes de ir “a toda máquina” con la construcción de una planta en el norte de México.
Si las tasas de interés siguen altas… es mucho más difícil para la gente comprar un auto. Simplemente no pueden permitírselo”, dijo en una conferencia telefónica con analistas.
Tesla anunció en marzo que construiría una gran planta en el estado Nuevo León, fronterizo con Estados Unidos y donde ya tiene proveedores, en lo que funcionarios mexicanos han descrito como una inversión de más de 5 MIL millones de dólares, si bien la compañía no ha revelado el costo de capital asignado.
Hasta el momento, Tesla ha logrado mantener la demanda con una serie de recortes de precios, pero Musk pasó gran parte de la llamada expresando preocupaciones sobre una mayor expansión, diciendo que temía que el aumento de las tasas de interés hiciera que los autos fueran menos accesibles.
Estoy marcado por el año 2009, cuando General Motors y Chrysler quebraron. No quiero ir a toda velocidad hacia la incertidumbre”, dijo Musk al dar más detalles sobre la fábrica en México.
El ejecutivo también dijo que habría “enormes desafíos” para alcanzar el volumen de producción de la camioneta Cybertruck de Tesla, retrasada durante mucho tiempo, y lograr que su flujo de caja sea positivo.
En el mercado de valores las acciones de Tesla cayeron un 3 por ciento en las operaciones tras el cierre de Wall Street el miércoles.
Los agresivos recortes de precios de Tesla este año impactaron su margen bruto de ganancias, incluso cuando enfrenta una dura competencia en China por parte de los fabricantes de autos locales.
La compañía está tratando de sobrevivir a la guerra de precios que inició, absorbiendo cualquier demanda de autos eléctricos en el mercado, incluso cuando las altas tasas de interés y los precios de sus rivales arruinan las ventas de vehículos eléctricos.
Algunos analistas han dicho que la firma podría necesitar reducir aún más los precios para alcanzar su objetivo de producción anual.