Expulsados de sus comunidades donde no solo enfrentan la pobreza extrema, sino también inseguridad, indígenas que buscan el sustento de sus familias han incrementado la migración a las ciudades de distintas entidades federativas como Acapulco. Tan solo en este puerto, se tiene un registro de 30 mil hablantes de distintas etnias que radican en este destino de playa.
Tan solo en Acapulco, se ha tenido un crecimiento de indígenas que han migrado al puerto en busca de una mejor vida desde localidades localizadas en las partes más altas de la región de La Montaña, de la Costa Chica y de la parte de la Sierra del estado de Guerrero considerada como la octava región.
En este destino de playa se tiene contabilizados a poco más de 30 mil indígenas que han llegado a fincar sus propiedades de madera y lámina de cartón en por lo menos diez asentamientos humanos (colonias populares), ubicadas en la zona conurbada de la ciudad.
El 90 por ciento de los indígenas radicados en Acapulco basan su principal actividad laboral en el comercio informal que hacen en las distintas avenidas de Acapulco, como la costera Miguel Alemán, donde según las propias autoridades de Vía Pública, se tienen detectados poco más de tres mil, la avenida Cuauhtémoc, la Ruiz Cortines, Constituyentes y el zócalo de la ciudad donde también instalan sus puestos.
Además de las distintas plazas como La Quebrada, El teatro de Sinfonía del Mar, la plaza Politécnica ubicada en la costera, los distintos accesos a las playas, así como en las 22 playas que tiene el puerto de Acapulco donde también expenden todo tipo de mercancía sin contar con un permiso o una concesión por parte de los tres niveles de gobierno.
Marco Guevara Saavedra, presidente de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco (UIRA), dijo que las fuentes de empleo en las que desarrollan los indígenas es el comercio informal, son la artesanía, la venta de alimentos, raspados, aguas frescas, así como ropa de playa, además de collares y artículos realizados con madera.
Guevara Saavedra, dijo que año con año, aumenta el número de los indígenas radicados en Acapulco, y esto es debido a que muchos dejan sus lugares de origen debido a la falta de trabajo, a la pobreza en la que se encuentran, así como al tema de la inseguridad que también sufren por integrantes de presuntos grupos delictivos.
La mayoría de ellos provienen de las partes más altas de la región de La Montaña, de la Costa Chica y de la parte de la Sierra. /Foto: Enrique Hernández | El Sol de Acapulco.
Aseguró que los hombres indígenas que emigran al puerto de Acapulco, representan más del 60 por ciento, mientras que el resto se divide entre mujeres, niñas y niños que sufren una discriminación en centros educativos por su lengua, su color de piel y su vestimenta.