La Corte Suprema de Nigeria se negó el jueves a anular la reciente elección del presidente Bola Tinubu y desestimó las impugnaciones de la oposición política, que argumentaban que la votación fue defectuosa y que Tinubu no estaba calificado para postular ni ocupar la presidencia.
El tribunal sostuvo en un fallo mayoritario que los motivos de las impugnaciones carecían de méritos, poniendo fin a una disputa que había puesto al país más poblado de África al límite después de las elecciones de febrero. Un tribunal de apelaciones de Nigeria también rechazó las peticiones el mes pasado.
Durante una audiencia televisada en Abuja, la capital nigeriana, la Corte Suprema desestimó en su totalidad las impugnaciones de Atiku Abubakar, del Partido Democrático Popular, y Peter Obi, del Partido Laborista, afirmando la posición del tribunal electoral de que la victoria de Tinubu siguió el debido proceso.
“En mi opinión, esta apelación no tiene fundamento”, dijo el juez Inyang Okoro, que leyó el fallo del panel judicial de siete miembros, sobre la petición de Abubakar. Posteriormente se dictó una sentencia similar en el caso de Obi.
El tribunal también se negó a admitir nuevas pruebas que, según los abogados de Abubakar, demostraban sus acusaciones de que Tinubu presentó credenciales académicas falsificadas de una universidad estadounidense.
El tribunal dijo que la cuestión de la supuesta falsificación no se reflejó como uno de los motivos de la petición original dentro del plazo previsto por la Constitución de Nigeria.
El Partido Democrático de los Pueblos, el principal partido de oposición de Nigeria, dijo que estaba “alarmado, decepcionado y gravemente preocupado” por la decisión del tribunal, argumentando que era incompatible con la ley nigeriana.
Tinubu, candidato del Congreso de Todos los Progresistas, elogió el fallo. “El tribunal ha hecho justicia a todas las cuestiones sometidas a consideración en las peticiones sobre el fondo de la ley, sin temor ni favoritismo”, dijo el presidente.
Si bien millones de nigerianos siguieron la cuestión de las credenciales académicas del presidente como el punto culminante del caso ante la Corte Suprema, el fallo del jueves no fue una sorpresa para muchos porque ninguna elección presidencial en Nigeria ha sido anulada por un tribunal.
Algunos han dicho que las condiciones estipuladas en las leyes de Nigeria hacen que sea difícil probar irregularidades y algunos cuestionaron la independencia del poder judicial.