Un terremoto de magnitud 5,3 sacudió este lunes el oeste de Nepal, muy cerca de la zona que el pasado viernes sufrió un seísmo de 6,4 y que dejó al menos 153 muertos y más de 150 heridos.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos registró el terremoto a las 16:31 hora local (10:46 GMT), con epicentro a 10 kilómetros de profundidad y a 37 kilómetros del distrito de Dailekh, limítrofe con Jajarkot, que resultó afectado por el devastador temblor de la semana pasada.
El superintendente de Policía de Jajarkot, Santosh Roka, dijo que no habían reportado hasta el momento ninguna muerte por el temblor de este lunes, pese a que unas pocas personas resultaron heridas y se registraron daños en un gran número de casas que ya presentaban grietas por el seísmo anterior.
Este terremoto ocurre tres días después de que otro seísmo de 6,4 de magnitud sacudiera el oeste del país del Himalaya, donde se encuentran algunas agencias humanitarias ofreciendo ayuda a las víctimas.
“El impacto de este último terremoto está agravando las dificultades y vulnerabilidades de las comunidades con bajos indicadores socioeconómicos y mecanismos de afrontamiento limitados”, informaron en un comunicado conjunto varias agencias de la ONU sobre el terreno.
El devastador temblor se cobró la vida de al menos 153 personas, más de la mitad de ellos niños, y dejó más de 150 heridos, según el último balance emitido hoy por las autoridades nepalíes, en el que rebajaron el número de 157 fallecidos que contabilizaron anteriormente.
Nepal se encuentra entre los países más propensos a desastres naturales y cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructuras suficiente para hacer frente a inundaciones o terremotos.
El 25 de abril de 2015 un terremoto de magnitud 7,8 sacudió Nepal, derribando edificios de varios pisos en Katmandú y provocó deslizamientos de tierra y avalanchas en las montañas. Casi 9.000 personas murieron y más de 22.000 resultaron heridas.
Aquella catástrofe dejó además a cientos de miles de personas sin hogar y causó daños valorados en cerca de 6.470 millones de euros. Más de siete años después del seísmo, las labores de reconstrucción no han finalizado.