Decenas de miles de personas protestaron en toda España el fin de semana contra los planes del primer ministro en funciones, Pedro Sánchez, de conceder amnistía a los separatistas catalanes a cambio de apoyo para otro mandato.
El gobierno consiguió un acuerdo con el partido separatista catalán Junts que incluye la aprobación de una polémica ley que concede amnistía a los condenados por el intento de Cataluña de secesionarse de España en 2017.
El acuerdo causó conmoción en todo el país, y los oponentes conservadores de Sánchez lo acusaron de poner en juego el Estado de derecho para su propio beneficio político.
Las autoridades dijeron que 80.000 personas acudieron a Madrid, mientras que el PP, que había convocado protestas en ciudades de toda España, calculó el total más cerca de un millón.
Muchos portaban banderas españolas y de la UE, así como pancartas con lemas que incluían “respetar la Constitución”.
En Barcelona, la policía local dijo que se manifestaron 6.000 personas, mientras que las cifras alcanzaron las 30.000 en Granada y las 50.000 en Sevilla, según las autoridades. Otras protestas tuvieron lugar en ciudades como Málaga, Palma y Valencia.
Después de unas elecciones no concluyentes el 23 de julio, los socialistas pasaron semanas negociando con partidos más pequeños, incluida la plataforma de extrema izquierda Sumar y los partidos nacionalistas catalán, gallego y vasco.
El apoyo confirmado de Junts, así como del Partido Nacionalista Vasco, la semana pasada, daría a Sánchez una mayoría absoluta en la cámara baja de 350 miembros en una votación que tendrá lugar en los próximos días.