Tras el aumento de los ataques de orcas a yates y barcos en el estrecho de Gibraltar, los navegantes de las aguas que separan Europa y África ya no saben qué hacer para no ser agredidos por estos cetáceos.
El alemán Florian Rutsch, que ofrece viajes de lujo en catamarán, buscaba estrategias para ahuyentar a las orcas tras un encuentro con estos cetáceos en mayo. En esa ocasión se zafó de ellas alejándose a toda velocidad, tal y como aconseja el Gobierno español, pero en noviembre necesitó medidas más drásticas, ya que los animales atacaron el timón y el motor de su embarcación.
Fue entonces que la tripulación empleó un método que circula por las redes sociales, y que consiste en reproducir a todo volumen, mediante unos parlantes submarinos, una playlist de música heavy creada especialmente para alejar a las ballenas asesinas, y que lleva el descriptivo título de Metal para orcas.
Sin embargo, la idea fracasó rotundamente y las orcas atacaron igualmente el catamarán de Rutsch, que tuvo que ser remolcado por las autoridades españolas que acudieron a rescatarlo.
El encuentro de Rutsch es solo uno de múltiples ataques de orcas a barcos en el estrecho de Gibraltar, entre las costas de España y Marruecos, un fenómeno que ya se ha llamado el levantamiento de las orcas.
Se cree que los ataques fueron iniciados por una manada de orcas lideradas por una hembra a la que los científicos llamaron Gladis Blanca. Los investigadores sospechan que la matriarca probablemente quedó traumatizada por una posible colisión con una embarcación, y tras esa experiencia empezó a embestir a los barcos.
Muy pronto ese comportamiento fue imitado por otras orcas del área.