“La Franja de Gaza es el lugar más peligroso del mundo para ser niño”, aseguró este sábado Adele Khodr, directora de UNICEF para Oriente Medio y el norte de África. Y es que la crisis humanitaria, el enclave, está marcando a los infantes palestinos de la forma más cruel.
En la Franja de Gaza, cerca de un millón han sido “desplazados por la fuerza de sus hogares”, donde “ahora se ven empujados” hacia zonas superpobladas y sin servicios en el extremo sur del enclave debido a la feroz ofensiva de Israel, denunció el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
“Se ven empujados cada vez más hacia el sur, hacia zonas minúsculas y superpobladas, sin agua, alimentos ni protección”, dijo en un comunicado Khodr.
Según la responsable, estas condiciones pone a estos niños “en mayor riesgo” de contraer infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por el agua, mientras que “sus vidas se ven aún más amenazadas” por la deshidratación, la desnutrición y las enfermedades.
Khodr aseguró que según informes recibidos por la agencia de la ONU “decenas de niños mueren o resultan heridos a diario”.
También indicó que UNICEF y otras organizaciones humanitarias “llevan semanas dando la alarma” sobre las pésimas condiciones en el enclave palestino, donde equipos de la agencia de la ONU han visto a niños sin extremidades y quemaduras de tercer grado provocados por los incesantes bombardeos israelíes.
Khodr condenó “las restricciones y desafíos que se imponen a la entrega de ayuda vital”, y denunció que las cantidades de asistencia humanitaria que ingresan al enclave “no son en absoluto adecuado en comparación al nivel de necesidad”.
“El sistema humanitario está colapsando, particularmente bajo la tensión extrema causada por las medidas impuestas después del fin del alto el fuego, mientras la población se ve sumida aún más en la desesperación”, lamentó la responsable de UNICEF.