Los residentes de ciudades turísticas del noreste de Australia se preparaban para inundaciones repentinas después de que el ciclón tropical Jasper arrasara la región, arrancando árboles, dejando a decenas de miles de personas sin electricidad y obligando a evacuaciones y cierres de carreteras.
Jasper azotó las regiones del extremo norte del estado de Queensland, hogar de varios centros turísticos a lo largo de la mundialmente famosa Gran Barrera de Coral, después de tocar tierra el miércoles como tormenta de categoría 2, tres peldaños por debajo del nivel de velocidad del viento más peligroso.
La tormenta, ahora degradada a un mínimo tropical, avanzaba en dirección noroeste hacia el Golfo de Carpentaria, donde podría intensificarse hasta alcanzar fuerza ciclónica durante el fin de semana, dijo la Oficina de Meteorología de Australia en su última actualización.
A pesar de la degradación de la tormenta, la oficina meteorológica advirtió a los residentes de las regiones afectadas por el ciclón que se pronosticaban fuertes lluvias durante las próximas 24 horas.
“Esta es una situación en evolución y la lluvia no ha cesado todavía y es probable que continúe hasta hoy y también esta noche”, dijo Laura Boekel, pronosticadora principal de la Oficina de Meteorología, en una conferencia de prensa.
Algunas regiones podrían recibir alrededor de 300 mm (un pie) de lluvia, lo que aumenta las perspectivas de “inundaciones repentinas que amenazan la vida”, dijo Boekel.
Alrededor de 40.000 propiedades se encuentran sin electricidad, dijo el operador Ergon Energy. Imágenes de televisión mostraron calles repletas de árboles partidos y equipos de emergencia tratando de retirar los escombros.
Ocho personas atrapadas en el tejado de una casa fueron rescatadas de una calle inundada cerca de Port Douglas, informaron medios locales.
Los vuelos desde el aeropuerto de Cairns, la puerta de entrada a la Gran Barrera de Coral, podrían reanudarse más tarde el jueves, dijeron las autoridades.
Mientras las autoridades planean operaciones de limpieza en el norte, grandes extensiones del vecino estado de Nueva Gales del Sur, por el contrario, se preparan para una severa ola de calor el jueves, con temperaturas que alcanzarán alrededor de 40 grados Celsius. Se ha emitido una prohibición total de incendio en la región del Gran Sydney.
Australia está este verano bajo la influencia del fenómeno de El Niño, que puede provocar fenómenos climáticos extremos, desde incendios forestales hasta ciclones tropicales y sequías prolongadas.