El famoso “crooner” Michael Bublé se presentó en el pódcast del empresario y locutor Steven Bartlett. La relación con su padre, el día en que fue firmado por una disquera para su primer disco y su marca de whisky, fueron algunos de los temas que el músico tocó durante la conversación, pero además, habló de una situación sumamente delicada que en su momento lo obligó a alejarse de los escenarios: el cáncer de su hijo Noah.
Con tan sólo tres años, el mayor de los cuatro hijos de Bublé fue diagnosticado con hepatoblastoma, un tipo de cáncer muy raro que se presenta en el hígado. De inmediato, Noah comenzó el procedimiento que le salvaría la vida, y afortunadamente, un año después fue dado de alta.
Ahora, con 10 años de edad, el cáncer de Noah ha entrado en remisión, lo que quiere decir que si bien, ya no tiene ningún síntoma de la enfermedad, aún podría alojarse en su cuerpo.
Sin embargo, Bublé recordó lo catártico que fue este proceso, asegurando que el diagnóstico de cáncer de de Noah sacudió su mundo. Según Bublé, el cáncer no sólo hizo que cambiaran por completo su rutina, de hecho, tanto él como su esposa, la actriz argentina Luisana Lopilato, se mudaron a Vancouver y dejaron de trabajar para enfocarse completamente en Noah. Esta enfermedad, según palabras de Michael, llegó como un mazaso de realidad que le hizo replantearse todas sus prioridades en la vida.
Michael comentó que antes todo esto pasara, se veía a sí mismo como una especie de superhéroe que gracias a su fama y fortuna, podría proteger a su familia de cualquier cosa.
“Dinero y poder” fue lo que Bublé buscó toda su vida esperando que eso le diera felicidad, no obstante, cuando el cáncer de Noah apareció, se percató que había vivido su vida con un velo o una especie de filtro que limitaba mucho su percepción de lo que realmente era importante. En el momento en que los doctores le dijeron la realidad que estaba por vivir su hijo, ese filtro simplemente desapareció.
El artista de 48 años, reiteró además que antes de que Noah fuera diagnosticado, se veía a sí mismo como una persona despreocupada e incluso desinteresada, pero después correr el riesgo de perder a su primogénito, desarrolló un profundo aprecio por la existencia, a pesar del dolor y el miedo que a veces conlleva.
“Nunca volveré a estar despreocupado en mi vida y eso está bien. Para mí es un privilegio existir y el dolor, el miedo y el sufrimiento que conllevan este tipo de cosas supongo que forman parte de esa belleza”, declaró Bublé en el pódcast.