El líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó fábricas de armas esta semana, informó el miércoles el medio de comunicación estatal KCNA, mientras Estados Unidos y sus socios condenaban las transferencias de armas del país a Rusia.
Kim Jong-un también destacó las recientes “deficiencias” en la organización de la producción de municiones y pidió un reajuste, al tiempo que destacó la “importancia estratégica de la producción de armas de gran envergadura”, dijeron los medios estatales.
Las fotografías de KCNA de la visita de Kim a una fábrica de municiones lo mostraron inspeccionando vehículos móviles de lanzamiento de misiles de corto alcance.
Su visita se produce cuando casi 50 países condenaron la adquisición y el uso por parte de Rusia de misiles balísticos norcoreanos contra Ucrania.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo que después de los usos inicialmente reportados de misiles balísticos norcoreanos el 30 de diciembre y el 2 de enero, Rusia había disparado más armas de ese tipo contra Ucrania, incluida una que aterrizó en Kharkiv.
Kim Jong-un dijo que ha llegado el momento de definir a Corea del Sur como un Estado “más hostil” hacia su país, informó KCNA.
Acusó a Seúl de incitar a la confrontación y a la acumulación de armas, al tiempo que instó a su país a aumentar sus capacidades militares para la autodefensa y su disuasión de guerra nuclear. Describió el empeoramiento de las relaciones entre las dos Coreas como una “nueva fase de cambio” y una “realidad inevitable”.
“De ninguna manera traeríamos unilateralmente un gran acontecimiento debido a la fuerza abrumadora en la península de Corea, pero tampoco tenemos intención de evitar una guerra”, dijo el líder.
En declaraciones pronunciadas en una reunión de fin de año del partido el mes pasado, Kim dijo que la reunificación pacífica es imposible y añadió que el gobierno haría un “cambio de política decisivo” en las relaciones con Corea del Sur.