Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acordó con los republicanos acudir al Congreso a declarar el próximo 28 de febrero en el marco de la investigación de juicio político contra su padre por presunto tráfico de influencias.
El hijo del presidente tomó esta decisión después de que la semana pasada se iniciara un proceso para denunciarle por desacato al Congreso por haber incumplido una citación anterior.
En un comunicado, los presidentes de los comités Judicial y de Supervisión de la Cámara Baja, Jim Jordan y James Comer, respectivamente, explicaron el acuerdo y que Hunter Biden declarará después de que lo hagan otros miembros de la familia Biden y sus socios.
Otro de los citados a declarar es James Biden, hermano del presidente, con el que aún se está trabajando para acordar una fecha.
El hijo de Biden estaba citado a declarar a puerta cerrada el 13 de diciembre pasado, pero en lugar de personarse ante el comité solo dio una declaración a periodistas a los pies del Capitolio asegurando que no se iba a prestar a participar en una “investigación ilegítima”.
Al haber desobedecido la citación, los republicanos aprobaron la semana pasada en los comités Judicial y de Supervisión de la Cámara Baja una resolución de desacato al Congreso, empezando así el proceso para denunciar a Hunter Biden penalmente.
La idea de los republicanos era someter la resolución de desacato esta semana ante el pleno de la Cámara Baja, pero cuando los abogados del hijo del presidente anunciaron su disposición a declarar se puso en pausa la medida.
Hunter Biden está siendo investigado por la mayoría republicana de la Cámara Baja en el marco de la investigación de juicio político o “impeachment” abierta contra su padre por presunto tráfico de influencias para beneficiar a familiares en negocios en el extranjero.
Los republicanos aseguran que la familia Biden -especialmente su hijo Hunter- recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros de Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumanía y China entre 2014 y 2019. Sus socios habrían recibido otros 9 millones de dólares.
En paralelo a la investigación en el Congreso, el polémico hijo de Biden tiene dos causas penales abiertas, una por fraude fiscal en California y otra por compra ilegal de armas en Delaware.