El operador de la planta nuclear de Fukushima, afectada por el tsunami, anunció un retraso de varios meses más antes de lanzar una prueba para eliminar los restos de combustible derretido del interior de uno de los reactores, citando problemas para despejar el camino para un brazo robótico.
Inicialmente se suponía que la limpieza de escombros comenzaría en 2021, pero ha estado plagada de retrasos, lo que subraya la dificultad de recuperarse de la fusión de la planta después de un terremoto de magnitud 9,0 y un tsunami en marzo de 2011.
Los desastres destruyeron los sistemas de suministro de energía y enfriamiento de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, lo que provocó que tres reactores se fundieran, y hasta el día de hoy permanecen en su interior enormes cantidades de combustible nuclear fundido fatalmente radiactivo.
El gobierno y Tokyo Electric Power Company Holdings, o TEPCO, se comprometieron inicialmente a comenzar a retirar el combustible derretido del interior de uno de los tres reactores dañados dentro de los 10 años posteriores al desastre.
En 2019, el gobierno y TEPCO decidieron comenzar a retirar los restos de combustible derretido del reactor número 2 a finales de 2021 después de que un robot controlado a distancia recortase y levantara con éxito un gránulo de combustible derretido durante una sonda interna.
La pandemia de coronavirus retrasó el desarrollo del brazo robótico y el plan se pospuso hasta 2022. Luego, los fallos con el brazo han retrasado repetidamente el proyecto desde entonces.
El jueves, los funcionarios de TEPCO retrasaron el inicio previsto de marzo a octubre de este año.
Los funcionarios de TEPCO dijeron que el interior de una entrada planificada para el brazo robótico está lleno de depósitos que se cree que son equipos derretidos, cables y otros desechos de la fusión, y su remoción más difícil de lo esperado ha retrasado el plan.
TEPCO ahora está considerando utilizar un robot más delgado, con forma de telescopio, para iniciar la remoción de escombros.
En el interior de los tres reactores dañados permanecen unas 880 toneladas de combustible nuclear fundido altamente radiactivo. Los críticos dicen que el objetivo de limpieza de 30 a 40 años establecido por el gobierno y TEPCO para Fukushima Daiichi es demasiado optimista. El daño en cada reactor es diferente y es necesario elaborar planes para adaptarse a sus condiciones.
TEPCO también anunció planes el jueves para liberar 54.000 toneladas de aguas residuales radiactivas tratadas en siete rondas de vertidos desde abril hasta marzo de 2025 como parte del plan de descarga en curso.
Si bien Japón dice que el agua es mucho más segura que los estándares internacionales de liberación, los grupos pesqueros y los países vecinos, incluidos China y Corea del Sur, se han opuesto firmemente a las descargas.