El presidente de Alemania pidió una amplia alianza contra el extremismo a raíz de un informe sobre discusiones de extrema derecha sobre la deportación de millones de inmigrantes que provocaron protestas de cientos de miles de personas.
Alemania ha sido testigo de más de dos semanas de protestas contra el partido Alternativa para Alemania y otros de extrema derecha. El Ministerio del Interior dijo que las cifras de la policía sugieren que unas 576.000 personas participaron en las manifestaciones entre el viernes y el domingo.
El presidente Frank-Walter Steinmeier se reunió con empleadores y asociaciones empresariales, líderes sindicales y otros para discutir la cohesión social y el estado de la democracia en Alemania.
Calificó las protestas como una fuerte señal para nuestra democracia y dijo que ahora necesitamos una alianza amplia entre la población, las empresas, la cultura y la sociedad: una alianza contra el extremismo y por nuestra democracia.
Sin embargo, el jefe de Estado reconoció que una alianza así por sí sola no puede marcar la diferencia y que necesitamos gobiernos, una oposición, que hagan bien su trabajo.
Las manifestaciones a favor de la democracia comenzaron después de que el grupo de periodistas de investigación Correctiv publicara un artículo que decía que los extremistas de derecha se habían reunido recientemente para discutir la deportación de millones de inmigrantes y personas con raíces inmigrantes, incluidos algunos con ciudadanía alemana. A la reunión asistieron algunos miembros de Alternativa por Alemania.
El partido ha ascendido al segundo lugar en las encuestas nacionales detrás de la oposición conservadora mientras la coalición del canciller de centroizquierda Olaf Scholz se ha vuelto profundamente impopular, ha tratado de distanciarse de la reunión extremista y al mismo tiempo condenar los informes.
Ha dicho que no tenía vínculos organizativos o financieros con el evento, que no era responsable de lo que se discutió allí y que los miembros que asistieron lo hicieron a título puramente personal.
Steinmeier afirmó que más de una cuarta parte del trabajo realizado en Alemania lo realizan personas a las que los extremistas de derecha quisieran expulsar. También dijo que el país también estaría “en un aprieto” si no puede atraer trabajadores del extranjero.
La principal asociación de empleadores y la federación de sindicatos de Alemania emitieron una declaración conjunta enfatizando que todos los que viven en Alemania “deben sentirse seguros en nuestro país”.