Las exportaciones de Japón crecieron casi un 12% en enero a medida que aumentaron los envíos de vehículos, autopartes y maquinaria, según datos del gobierno del miércoles.
Eso ayudó a que el déficit comercial del país se redujera a 1,76 billones de yenes (12.000 millones de dólares), o aproximadamente la mitad de lo que era hace un año, ya que las importaciones disminuyeron un 9,6% respecto al año anterior. Las importaciones, que han estado disminuyendo inter mensualmente durante casi un año, totalizaron 9 billones de yenes (60 mil millones de dólares), con las mayores caídas en el petróleo, el gas natural y el mineral de hierro.
Japón ha caído hasta convertirse en la cuarta economía más grande del mundo, después de Estados Unidos, China y Alemania, según datos del producto interno bruto nominal, o PIB, del año pasado.
También registró una recesión técnica, lo que marcó el segundo trimestre consecutivo de contracción en octubre-diciembre, ya que el gasto de los consumidores se debilitó debido al aumento de los precios.
Si bien los precios han estado subiendo constantemente, los responsables de las políticas también están preocupados por la deflación, o la continua caída de los precios, que consideran un problema crónico que frena el crecimiento económico.
Evaluar las tendencias inflacionarias será crucial para la decisión del Banco de Japón sobre su actual política monetaria ultralaxa.
El aumento de los precios de la energía ha perjudicado a una nación pobre en recursos que depende de las exportaciones manufactureras para impulsar el crecimiento.
El turismo, que cuenta como exportaciones, anteriormente afectado por los viajes y otras restricciones sociales relacionadas con la pandemia de coronavirus, está regresando con fuerza.