El pleno de la Eurocámara aprobó hoy la controvertida Ley de Restauración de la Naturaleza, símbolo de la tensión entre protección del medioambiente y el sector agrícola que supera un gran obstáculo a casi 100 días de las elecciones al Parlamento Europeo.
El texto fue respaldado por 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones en el hemiciclo y para quedar oficialmente adoptado únicamente quedaría que el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, confirme también lo acordado en la negociación con la Eurocámara y la Comisión Europea.
“Hemos aprobado la primera Ley de Restauración de la Naturaleza de la historia. Pasamos de proteger y conservar la naturaleza a repararla”, dijo en la red social X tras la votación el negociador jefe del Parlamento Europeo para la Ley de Restauración de la Naturaleza, el español César Luena (PSOE).
Lo que debía ser un simple trámite de confirmación de un acuerdo provisional entre Parlamento y Consejo se convirtió en una nueva contienda política con gran carga simbólica de cara a los comicios europeos de junio.
El grupo euroescéptico de los Conservadores y Reformistas Europeos y la ultraderecha de Identidad y Democracia habían presentado una moción para rechazar la ley en su conjunto, mientras que el Partido Popular Europeo -primera fuerza del hemiciclo- había llamado a sus diputados a votar en contra de la norma.
La Ley de la Restauración de la Naturaleza, que parte de una propuesta de la Comisión Europea de junio de 2022 para acompasar el paso de la UE con los acuerdos sobre biodiversidad de Naciones Unidas, pretende que se reparen al menos el 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos degradados de la UE en 2030 y todos ellos para el 2050, incluidas las tierras de cultivo.
Tiene una gran carga política porque los partidos de derecha y de centroderecha del Parlamento Europeo convirtieron la normativa en un caballo de batalla contra la agenda verde de la Comisión Europea, torpedeando su tramitación al calor de las crecientes protestas de agricultores en distintos países de la UE.
El avance de la ultraderecha en el hemiciclo europeo que anuncian los sondeos propició que el líder del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, convirtiera la biodiversidad en un pilar de su estrategia de alejar a los democristianos de una agenda verde vilipendiada en muchos entornos rurales, pese a que la propuesta partía de la Comisión que preside Ursula von der Leyen, también alemana y popular.