La violencia asociada con las diversas células del crimen organizado en Michoacán, ha generado muchos muertos, se habla de que en los últimos dos años, al menos un centenar de michoacanos han perdido la vida a mano de la delincuencia organizada, mientras el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla simplemente no hace nada.
Este 2024 abrió con una violencia extrema en Michoacán, la cual no distingue políticos, policías o ciudadanos, quienes han caído bajo las balas de las células de las diversas organizaciones criminales establecidas bajo el consentimiento del gobernador en la entidad.
De acuerdo con el informe diario de homicidio doloso del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) del 1 al 15 enero, al menos 95 personas han sido víctimas de homicidio, dicho en forma llana, 6 personas mueren diariamente en Michoacán, homicidios cobijados por la impunidad que deja la administración de Ramírez Bedolla.
Entre las víctimas se incluye a Miriam Nohemí Ríos de 38 años, activista y coordinadora de los colectivos LGBTT+ “Respeto e Igualdad de Género A.C”; además era la comisionada municipal de Movimiento Ciudadano en Jacona, Michoacán.
Los informes del SESNSP, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa Nacional indican que de los 113 municipios con los que cuenta Michoacán, la violencia y ejecuciones se concentran en 21, incluyendo la capital.
Las muertes en los primeros 13 días del 2024 se han concentrado en Morelia, Uruapan, Apatzingán, Tacámbaro, Zamora, Chucándiro, Pátzcuaro, Buenavista, Zinapécuaro, Tarímbaro, Puruándiro, Salvador Escalante, Charo, Ciudad Hidalgo, Cotija, Queréndaro, Maravatío, Tangamandapio, Churumuco, Cuitzeo y Jacona, municipios que han registrado el mayor número de homicidios en la entidad.
Lo más lamentable de todo es que el gobernador Ramírez Bedolla no se ha pronunciado al tener el segundo lugar de las entidades más violentas del país.
Pero hay más. Ramírez Bedolla tuvo que tragar sapos, cuando en el 2022 se exhibieron documentos oficiales, como actas de nacimiento, que confirman de manera pública las conexiones familiares que tiene con delincuentes.
Los señalados son Adalberto Fructuoso Comparán Rodríguez, el “Fruto”, exalcalde de Aguililla, Michoacán, así como su hijo Adalberto Fructoso Comparán Bedolla, quienes junto a otros cuatro miembros del crimen organizado fueron presentados ante un juez federal de Florida, Estados Unidos, acusados de conspirar en el tráfico de drogas a territorio estadounidense.
El exalcalde de Aguililla, además, es señalado de ser un operador de Cárteles Unidos, una banda criminal que opera principalmente en el estado de Michoacán. Su detención se registró a finales de marzo de 2021 en Guatemala; posteriormente, en enero de este 2022 fue extraditado a Estados Unidos.
En tanto, su hijo, Comparán Bedolla, fue aprehendido en Miami en marzo de 2021 mientras intentaba extraer la metanfetamina que era enviada a Estados Unidos.
De acuerdo con el sitio web de noticias estadounidense, Breitbart Texas, la esposa de Comparán Rodríguez, Anabel Bedolla Marín, es la hermana de María de Jesús Bedolla Marín, la madre del funcionario, ambas originarias de Aguililla, Michoacán, según consta en las actas de nacimiento obtenidas por dicho medio.
De esta manera, Ramírez Bedolla sería el sobrino de Comparán Rodríguez y el primo de Comparán Bedolla. A pesar del parentesco familiar, el gobernador ha señalado que sus tíos han estado separados desde hace más de 10 años y ha asegurado que no mantenía contacto con ellos, en un intento por minimizar su relación.
Alfredo Ramírez Bedolla, de 46 años, asumió la gubernatura de Michoacán para el periodo 2021-2027 por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). A principios de mayo, anunció que “dejaría atrás” la batalla contra el narcotráfico en la entidad para darle prioridad al combate a la pobreza y marginación de las y los michoacanos.
Pero el caso es que no ha hecho nada, porque la situación económica en Michoacán es deleznable.