El Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró este lunes inconstitucional la expulsión del expresidente Donald Trump (2017-2021) de las primarias republicanas en Colorado, un fallo que le allana el camino para ser elegido el candidato de su partido a la presidencia.
La decisión del máximo tribunal, que se anunció la víspera del supermartes, fecha clave en el camino a la Casa Blanca, podría afectar también a denuncias similares que han interpuesto los estados de Maine e Illinois.
Los magistrados del Tribunal Supremo, donde los conservadores ostentan mayoría, argumentan que según la Constitución, es responsabilidad del Congreso y no de los estados hacer cumplir la Sección 3 de la Enmienda 14, la cual fue utilizada por el Tribunal Supremo de Colorado para fallar en contra de Trump.
“Concluimos que los estados pueden descalificar a personas que ocupan o intentan ocupar cargos estatales. Sin embargo, los estados no tienen poder bajo la Constitución para hacer cumplir la Sección 3 con respecto a los cargos federales, especialmente la Presidencia”, reza el fallo.
Aunque los jueces ofrecieron diferentes razones, la decisión fue unánime y marca la intervención más directa del Tribunal Supremo en unas elecciones desde la decisión Bush v. Gore, que resolvió una disputa sobre los votos en Florida y finalmente otorgó la victoria a George W. Bush, quien ejerció la presidencia entre 2001 y 2009.
El fallo se produce sin que los jueces hayan estado presentes dentro del tribunal, ya que no tienen previsto celebrar una audiencia hasta el 15 de marzo.
Los magistrados han hecho caso, por tanto, a las presiones por el apretado calendario electoral y a las peticiones del Partido Republicano de Colorado, que le había pedido actuar antes del ‘supermartes’ que se celebra mañana y en el que 15 estados celebran elecciones primarias, entre ellos Colorado.
En un fallo sin precedentes, la Justicia de Colorado determinó en diciembre que la Sección 3 de la Enmienda 14 de la Constitución inhabilita al republicano por la “insurrección” del asalto al Capitolio, cuando una horda de trumpistas atacó el Congreso para intentar frenar la ratificación de la victoria de Biden.
Bajo el mismo argumento, las autoridades electorales de Maine también expulsaron a Trump de las primarias y la semana pasada Illinois hizo lo propio.