Los políticos haitianos comenzaron a buscar nuevas alianzas el miércoles, buscando una coalición que pudiera sacar al país de la violencia de las pandillas que cerró el principal aeropuerto e impidió que el asediado primer ministro Ariel Henry regresara a casa.
Haití permaneció en gran medida paralizado, con escuelas y negocios aún cerrados en medio de intensos disparos atribuidos a las pandillas que controlan aproximadamente el 80% de la capital, Puerto Príncipe, donde varios cadáveres yacían en calles vacías. Las dos prisiones más grandes del país también fueron allanadas, lo que resultó en la liberación de más de 4.000 reclusos durante el fin de semana.
Henry enfrenta una presión cada vez mayor para que renuncie, lo que probablemente desencadenaría una transición respaldada por Estados Unidos hacia un nuevo gobierno.
Una nueva alianza política involucra al exlíder rebelde Guy Philippe y al ex candidato presidencial y senador Moïse Jean Charles, quienes dijeron a Radio Caraïbes el miércoles que firmaron un acuerdo para formar un consejo de tres personas para liderar Haití.
Philippe, una figura clave en la rebelión de 2004 que derrocó al expresidente Jean-Bertrand Aristide, regresó a Haití en noviembre y ha estado pidiendo la renuncia de Henry. Pasó varios años en prisión en Estados Unidos tras declararse culpable de un cargo de lavado de dinero.
Mientras tanto, el miércoles se le preguntó al embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas si Estados Unidos le pidió a Henry que renunciara.
Los funcionarios estadounidenses creen que es urgente que Henry inicie el proceso de devolver la normalidad al pueblo de Haití, dijo.
El primer ministro no ha hecho ningún comentario público desde que las pandillas comenzaron a atacar infraestructura crítica a fines de la semana pasada mientras estaba en Kenia presionando para el despliegue de una fuerza policial respaldada por la ONU desde el país de África Oriental para ayudar a combatir el aumento de la violencia en el problemático Caribe.
Antes de volar a Kenia, Henry estuvo en Guyana, país sudamericano, para una cumbre celebrada por un bloque comercial regional conocido como Caricom, donde Haití ocupaba un lugar destacado en la agenda.
Los líderes de Caricom hablaron con Henry el martes por la noche y le presentaron varias alternativas para poner fin a la crisis cada vez más profunda de Haití, incluida su renuncia, a lo que él se negó. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a compartir detalles sobre las conversaciones.
Henry aterrizó el martes en Puerto Rico después de que no se le permitiera aterrizar en República Dominicana, donde las autoridades cerraron el espacio aéreo alrededor de Haití.
Mientras intentaba regresar a Haití el miércoles, fuertes disparos resonaron en todo Puerto Príncipe, ya que los haitianos temían ataques adicionales liderados por poderosos líderes de pandillas.