El jefe de refugiados de las Naciones Unidas lanzó el jueves una nueva alerta sobre 780.000 personas desplazadas en Mozambique, la gran mayoría de ellas debido a una insurgencia de siete años por parte de un grupo yihadista que ha sumido en el caos el norte del país. Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, estaba de visita en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, donde un grupo afiliado al Estado Islámico ha perpetrado ataques contra comunidades desde 2017 y donde alrededor de 1,3 millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares para escapar de asesinatos y decapitaciones.
Alrededor de 600.000 han regresado a sus hogares, muchos de ellos a comunidades destrozadas donde casas, mercados, iglesias, escuelas e instalaciones de salud han sido destruidos.
La visita de Grandi se produjo en medio de un recrudecimiento de nuevos ataques por parte del grupo Estado Islámico de Mozambique en Cabo Delgado desde enero, tras un período de relativa calma en 2023. Han provocado 80.000 nuevos desplazamientos, considerando el número total de personas obligadas a abandonar sus hogares y pueblos y Actualmente hay más de tres cuartos de millón de desplazados en Mozambique, según la ONU.
Otras agencias de ayuda han estimado que el número de personas obligadas a huir de sus aldeas debido a la violencia en el norte desde enero es mayor y se acerca a las 100.000.
Alrededor de 700.000 personas están desplazadas en Mozambique debido a la violencia en Cabo Delgado. Los otros 80.000 se encuentran en la provincia central de Sofala, que fue duramente golpeada por el ciclón Idai en 2019, dijo la ONU.
Grandi hizo un llamado a una participación sostenida de la comunidad internacional para ayudar a Mozambique, ya que el plan humanitario de la ONU en el país del sur de África enfrenta un déficit de financiación.
La ONU necesita 400 millones de dólares para ayudar a la gente en Mozambique únicamente este año y ha recibido promesas de solo el 5% de ese dinero requerido, dijo Robert Piper, asesor especial sobre desplazados internos del Secretario General de la ONU, António Guterres.
“No estamos empezando desde cero… pero claramente se necesitan más recursos”, dijo Piper, quien acompañó a Grandi en la visita a Cabo Delgado.