La policía de Zimbabwe dijo que arrestó a un hombre que afirma ser un profeta de una secta apostólica en un santuario donde los creyentes permanecen en un complejo; las autoridades encontraron 16 tumbas no registradas, incluidas las de bebés, y más de 250 niños utilizados como mano de obra barata.
En un comunicado, el portavoz de la policía Paul Nyathi dijo que Ishmael Chokurongerwa, de 56 años, un autodenominado profeta, lideraba una secta con más de 1.000 miembros en una granja a unos 34 kilómetros al noroeste de la capital, Harare, donde los niños se quedaron junto a otros creyentes.
Los niños estaban siendo utilizados para realizar diversas actividades físicas en beneficio de los líderes de la secta, dijo. De los 251 niños, 246 no tenían partida de nacimiento.
“La policía determinó que todos los niños en edad escolar no asistían a la educación formal y eran objeto de abusos como mano de obra barata, realizando trabajos manuales con el pretexto de que se les enseñaban habilidades para la vida”, dijo Nyathi.
La policía dijo que entre las tumbas que encontró se encontraban las de siete bebés cuyos entierros no fueron registrados ante las autoridades.
Dijo que agentes de policía allanaron el santuario el martes. Chokurongerwa, que se hacía llamar el profeta Ismael, fue arrestado junto con siete de sus ayudantes por actividades delictivas que incluyen el abuso de menores.
Nyathi dijo que se darán a conocer más detalles a su debido tiempo a medida que se desarrollen las investigaciones.
Al realizar la redada, los policías equipados con equipo antidisturbios discutieron con mujeres creyentes vestidas de blanco y con tocados que exigían el regreso de los niños que fueron colocados en un autobús policial, aún no se da a conocer a donde llevó la policía a los niños y a algunas mujeres que los acompañaban.
Los medios dieron a conocer que los agentes de policía armados con pistolas, humo lacrimógeno y perros adiestrados realizaron una redada espectacular en el santuario. Los creyentes describieron el complejo como su tierra prometida.
En una entrevista dada por uno de los ayudantes de Chokurongerwa afirmó que su creencia no proviene de las Escrituras, que la obtenían directamente de Dios, quien les a conocer dio las reglas sobre cómo entrar al cielo. Según su creencia Dios prohíbe la educación formal porque las lecciones aprendidas en esas escuelas van en contra de sus dictados, y agregó que Dios nos dijo que no lloverá si enviamos a nuestros hijos a la escuela. Mire la sequía allá afuera, pero aquí estamos recibiendo lluvias. Tenemos el don de un oído espiritual para escuchar la voz de Dios, dijo.
Los grupos apostólicos que infunden creencias tradicionales en una doctrina pentecostal son populares en este país profundamente religioso del sur de África.