El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se convirtió en el candidato oficial de su partido para las muy esperadas elecciones presidenciales de julio, lo que le permitiría acceder a un tercer mandato consecutivo sin una competencia real en el horizonte.
Como es habitual en Venezuela, las elecciones han estado plagadas de controversia desde que las autoridades venezolanas descalificaron a la principal oponente de Maduro, María Corina Machado, que arrasó en las elecciones primarias de una coalición de oposición con más del 90% de los votos, para ocupar cargos públicos durante 15 años.
Maduro aceptó la nominación como candidato del gobernante Partido Socialista Unido para las elecciones presidenciales del 28 de julio durante una reunión del partido en Caracas, diciendo que tiene el apoyo del pueblo.
“Un hombre solo no estaría aquí. Estoy aquí por el pueblo”, dijo Maduro. “Aquí el candidato no es Maduro. Aquí el candidato es el pueblo”.
Maduro, el sucesor cuidadosamente elegido del presidente Hugo Chávez, llegó al poder en marzo de 2013 tras la muerte de Chávez, cuyo encanto casero le valió el afecto y los votos de millones. Ganar otro mandato dejaría a Maduro al mando del gobierno de Venezuela hasta 2031.
Bajo su gobierno, Venezuela ha caído en una profunda crisis económica, únicamente agravada por las sanciones estadounidenses. La crisis ha empujado a millones de personas a migrar de la nación sudamericana, y muchas ahora se dirigen hacia Estados Unidos.
La fecha límite para la inscripción de candidatos es el 25 de marzo, pero hasta el momento Machado ha sostenido que continuará hasta el final, aunque sin dejar claro cómo sortearía la prohibición de ejercer el cargo. En los últimos días, la coalición opositora cuestionó el proceso electoral y pidió que se respete la ley.