El descontento social ha vuelto a manifestarse en Cuba, esta vez con centenares de personas lanzándose a las calles en Santiago de Cuba desde el domingo, siendo las razones detrás de esta ola de protestas, los prolongados apagones que afectan a todo el país, con la provincia de Santiago de Cuba experimentando cortes de hasta 13 horas al día, y la escasez de alimentos que ha agudizado la situación.
La difícil situación energética y la distribución irregular de alimentos han generado un malestar generalizado entre la población, reflejado en las consignas de los manifestantes, que exigían “comida y corriente” en las calles de Santiago de Cuba. Porque no hay agua, no hay electricidad y no hay alimentos.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel ha advertido sobre la utilización de este contexto por parte de “los enemigos de la Revolución” para desestabilizar el país, aunque varios testigos de las protestas han señalado la genuina preocupación de la población por sus necesidades básicas.
Las imágenes de la protesta se difundieron ampliamente en las redes sociales, mostrando la magnitud del descontento en una de las ciudades más importantes del país. Además, se reportaron protestas similares en la ciudad de Bayamo, aunque la autenticidad de estas aún no ha sido confirmada por fuentes oficiales.
Los testimonios de los manifestantes y residentes de Santiago de Cuba reflejan la gravedad de la situación. Se han denunciado cortes de electricidad de hasta 14 horas, lo que ha afectado no solo la vida cotidiana de los ciudadanos, sino también la disponibilidad de alimentos, especialmente cuando el gobierno entrega productos subsidiados en cantidades insuficientes.
La respuesta gubernamental incluyó la presencia de la policía para controlar la situación y evitar la violencia, así como la suspensión del servicio de internet de datos para celulares en la ciudad, medida que limita la difusión de información sobre las protestas.
El contexto de estas manifestaciones se enmarca en una crisis energética que ha afectado a Cuba desde principios de marzo, cuando se iniciaron trabajos de mantenimiento en la planta termoeléctrica Antonio Güiteras, la principal del país. La escasez de combustible ha agravado la situación, llevando a cortes generalizados en todo el territorio nacional.
Las autoridades cubanas han reconocido la gravedad de la situación, con el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitiendo que muchas regiones del país experimentan cortes prolongados de energía. Sin embargo, hasta el momento no se han ofrecido soluciones concretas para abordar estas problemáticas.
Por otro lado, Estados Unidos ha reaccionado a las protestas en Cuba con un llamado al respeto de los derechos humanos de los manifestantes por parte del gobierno cubano. La embajada de Estados Unidos en Cuba ha instado a las autoridades cubanas a respetar el derecho de los ciudadanos a reunirse pacíficamente y ha expresado su preocupación por la situación en Santiago de Cuba y Bayamo.
Asimismo, desde el gobierno estadounidense se ha reiterado que no están detrás de las protestas y se ha pedido al gobierno cubano abstenerse de la violencia y las detenciones injustas. El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, ha enfatizado que las protestas en Cuba reflejan la grave situación en la isla y ha instado al gobierno cubano a abordar las necesidades de su pueblo.
En medio de este panorama, la incertidumbre sobre el futuro de Cuba y la capacidad del gobierno para abordar las necesidades de su población continúa. Mientras tanto, los cubanos siguen enfrentando dificultades diarias para acceder a alimentos y servicios básicos como la electricidad.