El presidente Joe Biden emitió el jueves una dura advertencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que el futuro apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza depende de la rápida implementación de nuevas medidas para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios.
La llamada de aproximadamente 30 minutos de Biden y Netanyahu pocos días después de que los ataques aéreos israelíes mataran a siete trabajadores de ayuda alimentaria en Gaza añadió una nueva capa de complicación a la relación cada vez más tensa entre los líderes.
El mensaje de Biden marca un cambio radical en el firme apoyo de su administración a los esfuerzos bélicos de Israel, y el líder estadounidense amenazó por primera vez con reconsiderar su respaldo si Israel no cambia sus tácticas y permite que llegue mucha más ayuda humanitaria a Gaza.
La Casa Blanca no especificó qué podría cambiar en la política estadounidense, pero podría incluir alterar las ventas militares a Israel y el respaldo diplomático de Estados Unidos en el escenario mundial.
La oficina de Netanyahu dijo que su Gabinete de Seguridad aprobó una serie de medidas inmediatas para aumentar el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza, incluida la reapertura de un cruce clave que fue destruido en el ataque de Hamas del 7 de octubre.
Los funcionarios de la administración habían dicho antes de ese anuncio que Estados Unidos evaluaría si las medidas israelíes van lo suficientemente lejos.
Biden dejó en claro la necesidad de que Israel anuncie e implemente una serie de medidas específicas, concretas y mensurables para abordar el daño civil, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores humanitarios, dijo la Casa Blanca en un comunicado tras el llamado de los líderes.
Biden también dijo a Netanyahu que alcanzar un alto el fuego inmediato a cambio de los aproximadamente 100 rehenes que todavía están retenidos en Gaza era esencial e instó a Israel a llegar a tal acuerdo sin demora, según la Casa Blanca. Los funcionarios de la administración describieron la conversación como “directa” y “honesta”.
La conversación de los líderes se produce cuando World Central Kitchen, fundada por el restaurantero José Andrés para proporcionar ayuda alimentaria inmediata a las zonas afectadas por desastres, pidió una investigación independiente sobre los ataques israelíes que mataron a siete miembros del personal del grupo, incluido un ciudadano estadounidense. La Casa Blanca ha dicho que Estados Unidos no tiene planes de realizar su propia investigación.