Austria enfrenta su mayor escándalo de espionaje en décadas mientras el arresto de un ex oficial de inteligencia saca a la luz evidencia de una extensa infiltración rusa, una supervisión oficial laxa y un comportamiento digno de una novela de espías.
Egisto Ott fue arrestado el 29 de marzo. La orden de arresto fue de 86 páginas, en donde se muestra que entregó datos de teléfonos celulares de ex altos funcionarios austriacos a la inteligencia rusa y ayudó a planear un robo en el apartamento de un destacado periodista, además de escribir sugerencias para mejorar después de un asesinato ordenado por Rusia en Alemania.
Ott es sospechoso de haber proporcionado información sensible a Jan Marsalek, un compatriota austriaco fugitivo buscado bajo sospecha de fraude desde el colapso en 2020 de la empresa de pagos alemana Wirecard, de la que era director de operaciones. La orden dice que los mensajes de chat proporcionados por las autoridades británicas vinculan a Marsalek directamente con la agencia de inteligencia rusa FSB.
Los medios alemanes y austriacos han informado que se cree que Marsalek tuvo conexiones con la inteligencia rusa desde al menos 2014. Ahora se cree que se encuentra en Rusia.
Austria, que estuvo situada junto a la Cortina de Hierro durante la Guerra Fría y durante mucho tiempo tuvo buenas conexiones con Moscú, es un miembro de la Unión Europea con una política de neutralidad militar y una larga reputación como centro de espionaje.
Ott, quién fue un ex oficial de policía, fue oficial de inteligencia en Turquía e Italia de 2001 a 2012 antes de pasar a gestionar agentes encubiertos en la ahora desaparecida agencia de inteligencia nacional de Austria, la BVT. En 20174 fue suspendido de la misma, acusado de espiar para Rusia. Lo suspendieron y detuvieron en 2021 para realizar una investigación sobre presuntos vínculos con Rusia, pero lo liberaron por falta de pruebas.
El abogado de Ott se negó a hacer comentarios, diciendo que recientemente se había hecho cargo de la defensa de Ott quien ha negado anteriormente las acusaciones de espionaje y cualquier irregularidad.
La orden da a conocer que de 2017 a 2021 fue cuando Ott recopiló la información confidencial sobre las personas de interés para Rusia, la lista es larga, pues fueron muchas personas las espiadas, desde disidentes rusos, empresarios o exoficiales.
Ott también es acusado de apoderarse de teléfonos móviles de tres ex altos funcionarios del Ministerio del Interior austriaco, entre ellos un ex jefe de gabinete del ministro, estos teléfonos fueron entregados a un agente desconocido y llevados a Moscú para ser analizados los datos privados.
Ott permanece bajo custodia a la espera de una decisión sobre si será acusado oficialmente, un proceso que probablemente llevará algún tiempo.