El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se burló de una ronda programada de conversaciones de paz sobre Ucrania en Suiza, advirtiendo que Moscú no aceptará ningún plan impuesto que ignore sus intereses.
El gobierno de Suiza dijo que organizará una conferencia internacional de alto nivel en junio para ayudar a trazar un camino hacia la paz en Ucrania después de más de dos años de lucha, y expresó su esperanza de que Rusia algún día pueda unirse al proceso de paz.
Putin acusó a Ucrania de no haberlos invitado a unirse a las conversaciones de junio, al tiempo que señaló el reconocimiento suizo de que un proceso de paz no puede ocurrir sin Rusia.
“No nos están invitando allí”, dijo Putin. “Además, creen que no tenemos nada que hacer allí, pero al mismo tiempo dicen que es imposible decidir nada sin nosotros. Habría sido divertido si no fuera tan triste”.
Rusia ha rechazado la fórmula de paz del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy que exige que Moscú retire sus tropas, pague una compensación a Ucrania y se enfrente a un tribunal internacional por su acción.
Durante la reunión con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en Moscú, Putin dijo que Rusia está abierta a las negociaciones, pero nunca aceptará ningún plan que no tenga nada que ver con la realidad.
Putin ha dicho repetidamente que envió tropas a Ucrania en febrero de 2022 para proteger los intereses rusos y evitar que Ucrania represente una importante amenaza para la seguridad de Rusia al unirse a la OTAN. Kiev y sus aliados han denunciado la campaña militar de Rusia como un acto de agresión no provocado.
Putin ha afirmado que las fuerzas rusas tienen ventaja tras el fracaso de la contraofensiva de Ucrania el año pasado, argumentando que Ucrania y Occidente tarde o temprano tendrán que aceptar un acuerdo en los términos de Moscú.
El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, advirtió la semana pasada que las posibles negociaciones para poner fin a los combates en Ucrania únicamente podrían tener éxito si tienen en cuenta los intereses de Moscú, descartando una ronda planificada de conversaciones de paz como una artimaña occidental para conseguir un apoyo internacional más amplio para Kiev.