La exposición titulada “Extranjeros en todas partes” se volvió un espacio para artistas outsiders, queer e indígenas.
Artistas outsiders, queer e indígenas están obteniendo una plataforma esperada en la exposición de arte contemporáneo de la 60ª Bienal de Venecia que se inauguró el sábado, curada por primera vez por un latinoamericano.
La exposición principal del curador brasileño Adriano Pedrosa, que acompaña a 88 pabellones nacionales durante siete meses, se centra principalmente en la pintura figurativa, con menos instalaciones que las ediciones recientes. Una preponderancia de artistas proviene del Sur Global, ignorados durante mucho tiempo por los principales circuitos del mundo del arte. Muchos están muertos. Frida Kahlo, por ejemplo, hará su primera aparición en la Bienal de Venecia. Su pintura de 1949, “Diego y yo”, cuelga junto a otra de su esposo y colega artista, Diego Rivera.
A pesar de su menor número, los artistas vivos tienen una presencia física mucho más fuerte en la exposición, dijo Pedrosa, y cada uno muestra una obra a gran escala o una colección de obras más pequeñas. La gran mayoría debuta en la Bienal de Venecia.
Los visitantes de las dos sedes principales, el Giardini y el Arsenale, serán recibidos por un letrero de neón de la cooperativa de arte conceptual Claire Fontaine con el título de la exposición: “Stranieri Ovunque – Extranjeros en todas partes”. Un total de 60 en diferentes idiomas cuelgan por los espacios.
A través de artistas con perspectivas subrepresentadas, la exposición aborda temas de migración y la naturaleza de la diáspora, así como la indigeneidad y el papel de la artesanía.
“Extranjeros en todas partes, la expresión tiene muchos significados”, dijo Pedrosa. “Se podría decir que vayas donde vayas, estés donde estés, siempre estás rodeado de extranjeros. “Los refugiados, los extranjeros, los queer, los forasteros y los indígenas, estos son los… temas de interés de la exposición”, dijo. Ante la amenaza de protestas, el Pabellón de Israel permaneció cerrado después de que el artista y los curadores se negaran a abrir hasta que hubiera un alto el fuego en Gaza y los rehenes israelíes tomados por los militantes liderados por Hamas fueran liberados.
El León de Oro al mejor pabellón nacional fue para Australia por la instalación “Kith and Kin” de Archie Moore, que rastrea sus propias relaciones con los aborígenes a lo largo de 65.000 años.
Como artista queer nacido en Corea del Sur y que trabaja en Los Ángeles, Kang Seung Lee dijo que se identificaba con la invitación de Pedrosa a mirar nuestras vidas como extranjeros, pero también como visitantes de este mundo.
La artista brasileña transexual Manauara Clandestina presentó su video “Migranta”, que habla de la historia de migración de su familia.
El Giardini alberga 29 pabellones nacionales que representan algunas de las naciones participantes más antiguas, como Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña.
Las incorporaciones más recientes se presentan en el cercano Arsenale como lo hizo Nigeria este año en el distrito Dorsoduro de Venecia.
El artista británico nacido en Ghana, John Akomfrah, creó ocho obras multimedia basadas en películas y sonido para el Pabellón Británico que analizan lo que significa vivir como una figura de diferencia en el Reino Unido.
Akomfrah señaló el Pabellón Francés adyacente, donde el artista franco-caribeño Julien Creuzet creó una exposición inmersiva, y el Pabellón Canadiense al otro lado, que presenta una exposición que examina la importancia histórica de las cuentas de semillas de Kapwani. Kiwanga, que está en París.
El Pabellón de Ucrania involucró a ucranianos comunes y corrientes para colaborar con artistas en trabajos que documentan cómo están experimentando y, de alguna manera, adaptándose a la invasión rusa.
La instalación “Hellenic Heads” del greco-estadounidense George Petrides frente a la Iglesia de San Jorge de los Griegos y el Museo de Iconos de Venecia es uno de los muchos eventos colaterales que se extienden a la ciudad.
Al otro lado de la ciudad, en la base del Puente de la Academia, la instalación del Museo de Qatar “Tus fantasmas son míos” presenta clips de largometrajes y videoarte de Medio Oriente, África y el sudeste asiático organizados temáticamente y explorando temas como la migración, los conflictos y exilio.
