Los vecinos Pakistán e Irán se comprometieron a intensificar los esfuerzos en un frente unido contra los militantes con base en Afganistán, diciendo que su presencia representa una seria amenaza a la seguridad regional y global.
Ambos países que comparten una frontera larga y porosa, asumieron el compromiso en una declaración conjunta emitida después de una visita de tres días del presidente iraní, Ebrahim Raisi, a Islamabad.
La visita tenía como objetivo reparar los lazos que se tensaron en enero cuando cada uno llevó a cabo ataques en el territorio del otro, dirigidos a militantes acusados de atacar a las fuerzas de seguridad.
El presidente iraní se reunió con el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, el primer ministro Shehbaz Sharif y otros funcionarios, incluido el poderoso jefe del ejército, el general Asim Munir.
La declaración conjunta dijo que las dos partes reafirmaron su voluntad de mejorar la cooperación en materia de antiterrorismo y seguridad y de desarrollar un frente unido contra el terrorismo.
Pakistán ha sido testigo de un aumento de la violencia militante en los últimos meses, atribuida principalmente a los talibanes paquistaníes radicados en Afganistán y a los insurgentes que también atacan a las fuerzas de seguridad en Irán.
Pakistán suele decir que los talibanes paquistaníes han intensificado los ataques desde 2021, cuando los talibanes afganos llegaron al poder. Los talibanes paquistaníes, conocidos como Tehreek-e-Taliban Pakistan, o TTP, son un grupo separado pero aliado de los talibanes afganos.
Sin embargo, el gobierno talibán de Afganistán insiste en que no permite que los talibanes paquistaníes –ni ningún otro grupo militante– utilicen el suelo afgano para lanzar ataques contra ningún otro país. En marzo, la Fuerza Aérea de Pakistán atacó múltiples presuntos escondites de los talibanes paquistaníes dentro de Afganistán. Los talibanes afganos dijeron que los ataques mataron a ocho personas y provocaron el fuego de respuesta de sus fuerzas.
Pakistán e Irán acordaron que su frontera común debería ser la frontera de paz y amistad y reiteraron la importancia de la cooperación regular entre funcionarios políticos, militares y de seguridad para combatir otras amenazas como el contrabando de narcóticos, la trata de personas, la toma de rehenes y lavado de dinero, además de ampliar la cooperación comercial y económica, comprometiéndose a establecer nuevos mercados fronterizos, nuevos cruces fronterizos y zonas económicas de libre comercio.