Amnistía Internacional (AI) advirtió que el mundo está al borde del colapso del derecho internacional, por abusos reiterados de los derechos humanos y ataques frecuentes en conflictos armados por parte de Estados y grupos armados, como en la actual crisis en Oriente Medio.
La organización no gubernamental, con sede en Londres, divulgó su informe ‘El estado de los derechos humanos en el mundo’ de 2023. Enumera una serie de abusos en distintos países, como la represión a la disidencia, el uso ilegítimo de la fuerza contra manifestantes o las detenciones arbitrarias.
Esta ONG también advirtió que es probable que el colapso del Estado de derecho se acelere con el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) que, junto con el dominio de las grandes tecnologías, corre el riesgo de una mayor violación de los derechos de las personas si la regulación sigue rezagada.
Al presentar el documento, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos se firmó en 1948 pensada para todos nosotros, sin excepción alguna, pero que ahora el mundo asiste a una erosión del Estado de derecho por las masivas violaciones en nombre del terrorismo y la seguridad.
Muchos países poderosos, indicó, están abandonando la humanidad y la universalidad consagradas en esa declaración, firmada bajo el lema de nunca más debido a las atrocidades de la II Guerra Mundial.
El informe de Amnistía Internacional hace especial mención a los conflictos armados. Indica que la vulneración del derecho internacional humanitario, también conocido como leyes de la guerra, ha tenido consecuencias devastadoras para la población civil.
En concreto, la crisis en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados está vinculada a una forma extrema de discriminación racial, puntualiza Amnistía.
En un conflicto que no muestra signos de disminuir, la evidencia de crímenes de guerra continúa acumulándose mientras el Gobierno israelí se burla, a su juicio, del derecho internacional en Gaza.
La discriminación racial también se ha manifestado en las respuestas a estos conflictos, de acuerdo con el informe. Muchos gobiernos han impuesto restricciones ilegítimas a las protestas solidarias con la población palestina, añadió.
Los gobiernos de Alemania, Austria, Francia, Hungría, Polonia y Suiza prohibieron de forma preventiva este tipo de protestas en 2023. Alegando riesgos para el orden público o la seguridad nacional que, en algunos casos, estaban basados en estereotipos racistas.
La disidencia fue reprimida a través de la adopción de medidas enérgicas contra la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. Mientras que se documentaron detenciones y reclusiones arbitrarias de los defensores de los derechos humanos, miembros de la oposición política y activistas. Y su sometimiento en ocasiones a tortura y otros malos tratos.
Amnistía denuncia la discriminación profundamente arraigada contra las mujeres, las personas LGBTI y pueblos indígenas. Subraya que las empresas multinacionales fueron partícipes de abusos.