En Francia han recurrido a hackers amigables para probar sus ciberdefensas, como los boxeadores que utilizan compañeros de entrenamiento para prepararse para una pelea por el campeonato. Han estudiado y analizado las fortalezas, tácticas y debilidades de sus oponentes. Podría tratarse de cualquiera, desde adolescentes fanfarrones y bandas de ransomware hasta piratas informáticos militares rusos con un historial de ciberataques maliciosos.
Pero a diferencia de los 10.500 atletas olímpicos que convergerán en la capital de Francia en julio, los ingenieros de ciberseguridad detrás de los Juegos esperan mantenerse fuera del foco de atención. Para ellos, el equivalente a una medalla será pasar los Juegos Olímpicos (y Paralímpicos) sin mayores incidentes. Significaría que sus capas de defensas digitales resistirían los intentos de paralizar los sistemas informáticos y de información vitales para los Juegos.
“Mi sueño para los Juegos Olímpicos es que no se hable de tecnología y ciberseguridad, porque eso significaría que no serán un problema”, dijo Jérémy Couture, quien dirige el centro de ciberseguridad de los organizadores de los Juegos de París. Su trabajo de detectar, analizar y responder a las ciberamenazas es tan sensible y crítico para el éxito de los Juegos que los organizadores del evento mantienen su ubicación en secreto.
Si bien los encargados de defenderse de los hackeos durante los Juegos no están dispuestos a divulgar muchos detalles sobre su trabajo, no tienen dudas de que los piratas informáticos maliciosos los mantendrán ocupados este verano. Estos podrían abarcar desde hackers hasta adolescentes alborotadores en busca de emociones y agentes de inteligencia militar rusos con un historial de ciberataques dañinos.
Los objetivos no se limitan a los Juegos en sí, sino también a la infraestructura esencial para ellos, como las redes de transporte o las cadenas de suministro. Los atacantes podrían incluir “hacktivistas” que buscan hacer una declaración política y ciberextorsionadores empeñados en lucrar.
Entre los adversarios más amenazantes se encuentran países que podrían querer avergonzar y cobrar costos a Francia y al Comité Olímpico Internacional con habilidades de piratería ofensivas probadas. Rusia encabeza la lista de sospechosos.
Vincent Strubel, que dirige la agencia nacional de ciberseguridad de Francia, conocida por sus siglas en francés, ANSSI, calificó el nivel de ciberamenazas que enfrentan los Juegos sin precedentes.