Los países del sur y sudeste asiático han estado lidiando con una ola de calor que generó temperaturas récord que han planteado un grave riesgo para la salud.
Los paraguas para protegerse de la abrasadora luz del sol son populares, los centros comerciales con aire acondicionado sirven como oasis urbanos y las escuelas en Camboya han estado reduciendo sus horarios. En Filipinas, India y Bangladesh, los funcionarios han dicho a los estudiantes que se queden en casa y realicen sus lecciones de forma remota.
En abril, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia advirtió que el clima sofocante podría poner en riesgo la vida de millones de niños y pidió a los cuidadores que tomaran precauciones adicionales.
Una declaración de UNICEF decía que en la región de Asia y el Pacífico, alrededor de 243 millones de niños están expuestos a olas de calor más intensas y prolongadas, lo que los pone en riesgo de sufrir una multitud de enfermedades relacionadas con el calor e incluso la muerte.
Los meteorólogos en Camboya dicen que el país enfrenta sus temperaturas más altas en 170 años, alcanzando hasta 43 grados Celsius.
En Myanmar, los expertos en clima dijeron que algunas partes del país experimentaron temperaturas récord la semana pasada.
Partes del este de la India experimentaron el abril más caluroso jamás registrado cuando una ola de calor abrasó la región en medio de unas elecciones generales. Los máximos registrados reflejan únicamente la temperatura del aire, la medida histórica para el clima frío y cálido. No tienen en cuenta los efectos debilitantes de la humedad, que pueden hacer que parezca aún más caliente.
La capital tailandesa, Bangkok, ha alcanzado los 40 C, pero, según se informa, el índice de calor superó los 50 C.
Ciudades como Bangkok constituyen islas de calor urbanas, donde las temperaturas son más altas que en el campo circundante debido a la masa de edificios y concreto que atrapan y retienen el calor.