Rusia ha incluido al presidente ucraniano Volodimir Zelenski en su lista de buscados, informaron los medios estatales rusos, citando la base de datos del Ministerio del Interior.
Tanto Zelenskyy como su predecesor, Petro Poroshenko, figuraban en la lista del ministerio de personas buscadas por cargos penales no especificados. El comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania, el general Oleksandr Pavlyuk, también estaba en la lista.
El dirigente es buscado en virtud de un artículo del código penal, se puede leer en este breve texto, que no dice nada más sobre la naturaleza de estas acusaciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania desestimó los informes sobre la inclusión de Zelenskyy como evidencia de la desesperación de la maquinaria estatal y la propaganda rusa.
La lista de buscados de Rusia también incluye decenas de funcionarios y legisladores de Ucrania y países de la OTAN. Entre ellos se encuentra Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, miembro de la OTAN y de la UE, que ha abogado ferozmente por una mayor ayuda militar a Kiev y sanciones más fuertes contra Moscú.
En febrero el nombre de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, se añadió junto con los de otros responsables de los países bálticos. Para justificar esta decisión el Kremlin invocó la visión opuesta de la historia que tienen Rusia y esos Estados.
Funcionarios rusos dijeron que se busca a Kallas debido a los esfuerzos de Tallin para eliminar los monumentos de la era soviética a los soldados del Ejército Rojo en la nación báltica, en una purga tardía de lo que muchos consideran símbolos de la opresión pasada.
También en la lista de Rusia están los ministros del gabinete de Estonia y Lituania, así como el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) que el año pasado preparó una orden de arresto contra el presidente Vladimir Putin por crímenes de guerra. Moscú también acusó al jefe de la inteligencia militar de Ucrania, Kyrylo Budanov, de lo que considera actividades terroristas, incluidos ataques con drones ucranianos contra infraestructura rusa.
Letonia, Lituania y Polonia, miembros de la OTAN, también han derribado monumentos que son ampliamente vistos como un legado no deseado de la ocupación soviética de esos países.