El presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo este lunes que el titular del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, es un “racista” y un “farsante”, en medio de la pugna que mantiene su gobierno con la autoridad electoral del país.
“Él es un servidor público, desde mi punto de vista, sin principios, sin ideales, un farsante”, dijo el mandatario en su habitual rueda de prensa matutina.
“También demuestra que los grados y los títulos no son sinónimo de cultura, porque él está doctorado y es un racista”, dijo el mandatario en su habitual rueda de prensa matutina.
La acusación de racismo alude a una grabación de 2015 en la que Córdova se burla de la forma de comunicarse de un hombre indígena.
Tanto Córdova como otros miembros del INE han criticado una reforma electoral que aprobó el Congreso -dominado por el oficialismo- en diciembre pasado, que reduce el presupuesto y la estructura del órgano electoral.
Respecto a las burlas que ha hecho Donald Trump desu persona, López Obrador expresó que “estima mucho” al exmandatario estadounidense.
“Yo estimo mucho al presidente Trump porque fue respetuoso con nosotros, fue buena la relación, les puedo decir que fue buena para Estados Unidos, para el pueblo estadounidense, y fue muy buena para el pueblo de México”, manifestó López Obrador en su rueda de prensa diaria.
Deslizó que las declaraciones obedecen a que ya empezaron las campañas en Estados Unidos, y ya empiezan a decir que “ellos iban a ponernos en cintura, que ellos sí saben cómo someternos, que ya nos habían doblado, y que ya saben cómo hacerlo”, mencionó.
El gobernante mexicano sostuvo que las llamadas que tuvo con Trump fueron “respetuosas” y que, en solo una de ellas, abordaron el muro fronterizo.
Aun así reconoció que “el momento más crítico fue cuando la amenaza de los aranceles”.
“Afortunadamente se llegó a un acuerdo y (el canciller) Marcelo (Ebrard) hizo un buen trabajo. Fue una semana muy difícil porque él fijó una fecha para iniciar el cobro de impuestos o de aranceles a mercancías de México”, recordó.
La polémica ha arreciado desde que Mike Pompeo, exsecretario de Estado con Trump, escribió en su nuevo libro “Never Give An Inch” (“Nunca cedas ni una pulgada”) que Ebrard aceptó el “Quédate en México”, pero pidió mantener oculto el acuerdo.