Más de 13.500 personas de dos comunidades nigerianas han presentado demandas contra la petrolera británica Shell por daños y prejuicios, a la que señalan como responsable de una devastadora contaminación de sus recursos hídricos y de la destrucción de su forma de vida.
El 27 de enero, 11.300 personas y 17 organizaciones del área del delta del Níger de Ogale, una comunidad agrícola con una población de unos 40.000 habitantes, presentaron denuncias individuales en el Tribunal Superior de Londres, uniéndose a los reclamos de más de 2.300 personas del área de Bille, una comunidad mayoritariamente pesquera de alrededor de 15.000 habitantes.
En total, son 13.652 personas que exigen a Shell una compensación por la pérdida de sus medios de subsistencia y piden al gigante petrolero que limpie la contaminación que ha devastado sus comunidades, informó el jueves Leigh Day, el bufete de abogados del Reino Unido que representa a los demandantes.
Según la demanda, los derrames de petróleo resultantes de las operaciones de Shell en la región han contaminado sus fuentes de agua potable, dañado la calidad del aire y destruido su capacidad para cultivar y pescar.
Además de destruir la economía local, las operaciones petroleras han dañado gravemente la salud de la población, según un estudio de 2017 de la Universidad de San Galo en Suiza, que determinó que los bebés en la región del delta del Níger tienen el doble de probabilidad de morir durante el primer mes si sus madres viven en un área con derrame de petróleo.
“Mientras hablamos, el petróleo se está derramando en mi comunidad todos los días, la gente está muriendo”, declaró a The Intercept el rey Emere Godwin Bebe Okpabi, líder de la comunidad de Ogale.
Shell, que registró una ganancia anual de 40.000 millones de dólares en 2022, sostiene que las comunidades no tienen el poder legal para obligarla a solucionar las consecuencias de los derrames. Además, argumenta que estos ocurrieron más de cinco años antes de que se presentaran los reclamos, por lo que los demandantes no pueden buscar compensación por ellos.
Daniel Leader, abogado socio de Leigh Day, aseguró que “este caso plantea cuestiones importantes sobre la responsabilidad de las empresas de petróleo y gas” por la contaminación ambiental “heredada y continua” en un “momento en que el mundo se centra en ‘la transición justa'”.
Las demandas llegan en un momento que la empresa petrolera se prepara para abandonar la zona, después de más de 80 años de operaciones que le han generado multimillonarias ganancias.