Portugal se dirige a unos cuartos de final de gran éxito con Francia en el Campeonato Europeo después de que su capitán estrella generara una visualización convincente en el centro del escenario de la victoria sobre Eslovenia.
Ganar una tanda de penales por 3-0 después de un partido 0-0 contra el equipo número 57 del fútbol mundial puede no parecer gran cosa.
Pero hubo lágrimas, muchas, de Ronaldo; una disculpa en forma de oración a sus fans, quienes respondieron con adulación; gestos extravagantes con los brazos de ira, frustración y exasperación; oportunidades desperdiciadas y negadas de hacer más historia en el torneo; un duelo renovado con un viejo portero rival; y, en última instancia, redención y victoria.
La madre de Ronaldo estaba en el estadio y las imágenes de televisión la mostraron llorando también después de que él falló su penalti.
“A veces es duro y difícil marcar penales”, dijo Ronaldo después del partido, emocionándose nuevamente. “He marcado más de 200 penales en mi carrera. A veces es un desastre”.
Ronaldo, de 39 años, llegó al partido sin marcar en la Eurocopa 2024. El momento en el que seguramente tuvo que convertirse en el jugador de mayor edad en marcar en una fase final de la Eurocopa llegó en el primer periodo de la prórroga, en el minuto 105, después de desperdiciar cinco o seis ocasiones del tipo que ha tenido durante 20 años en este nivel.
A Portugal le habían concedido un penalti y Ronaldo se adelantó para ejecutar lo que podría haber sido el gol decisivo.
En cambio, el portero esloveno Jan Oblak, un viejo adversario de su época en la liga española de fútbol en Madrid, se lanzó hacia la izquierda para desviar el disparo bien pegado contra un poste y ponerlo a salvo.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Ronaldo y pronto fluyeron durante el descanso antes de que comenzara el segundo tiempo extra. Sus compañeros lo consolaron, lo besaron en la frente y lo instaron a seguir adelante.
La prórroga también terminó 0-0 y cuando comenzó la tanda de penaltis, el primer tiro de Eslovenia lo detuvo el portero portugués Diogo Costa.
Ronaldo se levantó y se enfrentó a una tribuna de unos 10.000 aficionados portugueses. Lo colocó perfectamente bajo más allá de que Oblak se lanzara hacia su derecha.
Ronaldo miró a los fanáticos con tono de disculpa y juntó las manos como si estuviera orando. Los fanáticos respondieron con un grito de perdón de “Siuuuu”, el característico grito de gol de su ícono del fútbol.
Costa respondió al resto de las oraciones de los aficionados con una tanda de penaltis tan buena como la que podría haber hecho cualquier portero.
Salvó los tres tiros de Eslovenia de Josip Ilicic, Jure Balkovec y Benjamin Verbič. Luego él también se echó a llorar.
Bruno Fernandes y Bernardo Silva también anotaron para Portugal para sellar el marcador 3-0 con dos tiros de sobra.
Portugal se enfrentará a Francia en los cuartos de final el viernes en Hamburgo, una revancha de la final de 2016 que Portugal ganó en París después de que Ronaldo se lesionara temprano.