Una huelga sindical ferroviaria detuvo la mayoría de los trenes en Sri Lanka, dejando a decenas de miles de pasajeros desafiando los pocos trenes peligrosamente abarrotados que seguían funcionando o quedaron varados en la estación. El Sindicato de Jefes de Estación lanzó la huelga para exigir que se cubran las vacantes y se resuelvan otras cuestiones administrativas.
Cientos de viajes de tren programados fueron cancelados debido a la huelga, dejando los pocos trenes que circulaban repletos de pasajeros. Las estaciones de televisión locales mostraron a personas arriesgando sus vidas para ir a la escuela y al trabajo, aferrándose apenas a los costados del tren mientras se balanceaban sobre los estribos resbaladizos por la lluvia.
Algunos de los pasajeros optaron simplemente por regresar a casa.
El ministro de Transporte, Bandula Gunawardena, condenó la huelga y dijo que el sindicato la inició de manera arbitraria cuando el gobierno estaba tomando medidas para resolver las cuestiones que plantearon.
Los servicios ferroviarios de Sri Lanka son deficientes, con compartimentos y vías en mal estado debido a años de mala gestión y falta de planificación adecuada. Las huelgas frecuentes y repentinas han agravado la situación y la mayoría de los trenes han sufrido retrasos.