El jefe de Gobierno de Alemania, Olaf Scholz, anunció que ha llegado a un acuerdo con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky para que las armas que le son suministradas por los aliados de Occidente no sean empleadas en ataques sobre territorio ruso.
“Hay un consenso sobre este punto”, celebró el funcionario alemán en una entrevista con el medio Bild am Sonntag luego de que, las últimas semanas, los aliados anunciaran importantes envíos de armas a Ucrania que tendrán lugar los próximos meses para hacer frente a la guerra.
Así, los tanques pesados y los cohetes de mayor alcance estarán destinados a la defensa de Kiev y no al ataque del territorio enemigo.
Entre el armamento que desembarcará en el país entre fines de marzo y principios de abril destacan los cohetes GLSDB o bombas de diámetro pequeño disparadas desde tierra, que son capaces de alcanzar un objetivo a 150 kilómetros de distancia, lo que es suficiente para amenazar las posiciones rusas más allá de la primera línea de combate.
Junto a ello, Ucrania ha celebrado con gran euforia el envío de los tan solicitados tanques Leopard 2, los cuales -inicialmente- Alemania se negaba a enviar y evadía dar la autorización para que otros países lo hicieran.
Sin embargo, tras semanas de discusión, Scholz anunció que 14 de estos carros de su propio inventario estarán destinados a la defensa de Ucrania a lo que se sumaron más de una docena de países. Finlandia fue uno de ellos junto con Polonia que, además de los 14 que enviará de este modelo, también proporcionará a Kiev 60 carros de combate PT-91.
Moscú expresó su disconformidad y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, planteó que se trata de “un plan bastante desastroso” y una idea “absurda”.
A ello se sumó la declaración de este jueves del presidente Vladimir Putin quien dijo que “los tanques alemanes nos vuelven a amenazar”, en una comparación directa entre la guerra que él comenzó y el nazismo.
Scholz arremetió contra estos dichos y declaró en la entrevista: “Sus palabras son una serie de absurdas comparaciones históricas que usa para justificar su ataque a Ucrania”. Agregó, también, que “nada justifica esta guerra”.